Lokarri se suma a las peticiones de retirada del plan de Convivencia por falta de consenso

El plan Convivencia democrática y deslegitimación del terrorismo que el Gobierno quiere poner en marcha recibió ayer un nuevo rechazo. Esta vez fue Lokarri, la red ciudadana por el acuerdo y la consulta, el que pidió retirar el plan porque el texto "no cuenta con un consenso básico". Abogó por abrir un "proceso de contraste amplio" que posibilite el acuerdo entre los partidos y con la comunidad educativa.

El grupo sostuvo en un comunicado que "la educación para la paz no es una cuestión secundaria en una sociedad como la vasca, que ha padecido y padece la violencia y las vulneraciones de derechos humanos".

Para Lokarri, el concepto de deslegitimación de la violencia que aborda el plan resulta "demasiado ambiguo e impreciso" y además parte de la "premisa errónea" de que la violencia no está deslegitimada en la sociedad vasca. Para la red, los ciudadanos de Euskadi han demostrado reiteradas veces su oposición a la violencia y a favor del respeto a "todos los derechos humanos de todas las personas". "Poner en duda este dato, además de ignorar nuestra historia reciente, lleva a pensar que el Gobierno pretende incorporar ideas políticas propias a la deslegitimación de la violencia", agregó.

A ello añadió que la propuesta del Ejecutivo centra el protagoismo en las víctimas de ETA, mientras "otras víctimas, como las cometidas por el GAL y organizaciones parapoliciales, o las de motivación política, no aparecen o son tratadas de manera secundaria".

Mientras, la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, se mostró optimista sobre las conversaciones con el PNV para tratar de encauzar su desencuentro. La portavoz afirmó en ETB-2 que el plan tiene un margen de flexibilidad, pues "los textos siempre se pueden modificar", pero rechazó cambiar el fondo del documento, sobre el que los nacionalistas, dijo, "están de acuerdo". Pese a su mensaje optimista, Mendia sostuvo que la actitud del líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien aseguró que el plan se aprobará "sí o sí", puede dificultar el consenso que el Ejecutivo desea.