Garzón acusa a Varela de "asesorar jurídicamente" a Falange y Manos Limpias
Sostiene que el instructor se convirtió en "juez y parte" al orientar a la acusación
El instructor de la causa contra Baltasar Garzón por investigar el franquismo, Luciano Varela, ha dejado de ser un juez imparcial para pasar a ejercer "una labor próxima a la asesoría o al consejo jurídico" para Manos Limpias y Falange. Ese es el principal argumento del recurso presentado ayer por el juez de la Audiencia Nacional contra las resoluciones por las que Varela orientó a ambos colectivos sobre los errores que contenían sus escritos de acusación, emplazándoles a corregirlos en una maniobra inaudita, según fuentes judiciales.
El recurso, presentado ayer mismo por el letrado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, reclama a la Sala Penal del Supremo que declare la nulidad de las resoluciones de Varela. En ellas, el juez del Supremo dio 24 horas a ambas partes para volver a acusar -lo que le permitió ayer mismo apartar a Falange del caso-, así como la de los propios escritos corregidos, dando por no presentados los que Varela consideró defectuosos. Ello conllevaría el archivo de la causa por ausencia de acusaciones, ya que el fiscal considera que no existe delito.
La defensa de Garzón considera que esa decisión de Varela "no se encuentra amparada en ningún precepto de la normativa procesal". Al adoptarla, el instructor vulneró "de forma clara y decisiva" su neutralidad e imparcialidad. "Dar oportunidades atípicas y extraprocesales a una de las partes (...) perjudica al resto", mantiene el escrito. Y si el perjudicado por esa segunda oportunidad es el acusado, en este caso Garzón, sus derechos fundamentales a la defensa y a un juez imparcial quedan afectados. Con este asesoramiento, Varela "sobrepasa los límites en los que se ha de mover un proceso justo con todas las garantías" y "lesiona la presunción de inocencia", asegura el recurso. "El instructor ha asumido funciones de parte al prestar su colaboración", resume el abogado de Garzón.
Más adelante, el escrito acusa abiertamente a Varela de buscar la condena y actuar para conseguirla: "Lo que el instructor pretende es que se presenten unos escritos de acusación con otro contenido distinto, con otros argumentos de cargo que sean, a su juicio, más oportunos, menos dispersos, más concretos... en definitiva, más eficaces para sostener su postura".
Si el magistrado del Supremo no hubiera orientado a Manos Limpias y Falange, Garzón habría tenido la ventaja de afrontar dos escritos de acusación defectuosos, según el recurso. "Hasta tal punto son tenidos por inválidos que ambas acusaciones han sido requeridas, para salvar el trámite, a presentarlos de nuevo", lo que cambia el escenario en perjuicio de Garzón "de forma grave e injustificada".
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