Proceso de selección en los mercados
El ambiente en los mercados de valores europeos volvía a ser negativo en el arranque de esta última sesión, pero la solicitud formal de ayuda de Grecia cambió radicalmente la tendencia.
El Ibex 35 abrió esta jornada con un pequeño descenso, hasta los 10.759,70 puntos, lo que suponía dejar atrás el soporte de los 10.800 puntos al que algunos analistas conceden gran importancia. La decisión de Grecia de solicitar la puesta en marcha del plan de ayuda hizo subir al Ibex 35 por encima de los 11.000 puntos en poco más de dos horas, nivel que quedó como máximo intradía al proceder muchos inversores a retirar beneficios casi de inmediato.
El cierre del mercado dejó al Ibex 35 en 10.918,20 puntos, con un avance del 0,89%, una posición delicada que indica las dificultades que hay para recuperar los 11.000 puntos con tranquilidad. Los valores medianos del mercado tuvieron ayer un comportamiento más positivo, con una subida del 1,24%, al tiempo que los pequeños quedaban más rezagados, con un avance de tan sólo el 0,59%.
A pesar de la recuperación de esta última sesión, el Ibex 35 pierde en la semana el 3,03% por la incertidumbre que ha aportado la cuestión griega. En el lado opuesto estaba el mercado alemán, que gana el 1,27% en esta semana, al tiempo que la deuda alemana a 10 años baja su rentabilidad hasta el 3,06% por la fuerte demanda, mientras que la deuda española a 10 años alcanzaba ayer el 3,98% de rentabilidad.
La debilidad del euro, cuya causa es la situación de Grecia, también ha favorecido a las exportaciones alemanas, hasta el punto de que la confianza de los empresarios se ha recuperado y en el mes de abril alcanza los 101,6 puntos, según el Instituto IFO.
Esta situación rompe, en parte, la globalidad de las decisiones de los inversores, que pueden encontrar en el mercado alemán valores con mejores expectativas de beneficios a medio plazo, lo cual redundará en un empeoramiento de la situación local.
En Estados Unidos, los indicadores económicos son más confusos, con un aumento en el mercado de viviendas y un inesperado descenso en la producción de bienes duraderos. Tras estos datos, la Bolsa de Nueva York mantenía un comportamiento irregular que estropeó un poco más el cierre de la mayoría de los mercados europeos.
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