"Esto no es un acto de revancha, es de justicia"
La actriz española Aitana Sánchez-Gijón nació en Roma porque su padre, Ángel, militante del PCE, tuvo que exiliarse. Estuvo preso en Carabanchel, pero en 1969 las ganas de ver la muerte del Régimen ganaron al miedo y regresó a España. "No quiero que me cuenten que Franco ha muerto, quiero vivirlo", dijo.
Hoy, su hija se ha involucrado en la plataforma de artistas, asociaciones y familiares de víctimas contra la impunidad del franquismo. "Lo haría igual aunque no tuviera familiares represaliados", explica. "Los artistas podemos dar visibilidad a causas como esta". "La Transición fue un gran acto de generosidad de los humillados. España tiene una deuda pendiente con los perdedores de la guerra. No es un acto de revancha, sino de justicia histórica. No entiendo que exista el Valle de los Caídos mientras hay tantas fosas por abrir". Tampoco entiende a quienes les acusan de atentar contra la democracia: "Protestamos porque un partido fascista, Falange, siente a Garzón en el banquillo. ¿Y nosotros somos los antidemócratas?".
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