Fainé llega a la presidencia de las cajas con la unanimidad del consejo

Después de 33 días deshojando la margarita, el elegido por las cajas para capitanear el sector fue el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, nombrado por unanimidad en sustitución de Juan Ramón Quintás, que dimitió el 17 de marzo pasado. El consenso ha sido bienvenido en el sector, que atraviesa una dura crisis financiera por el derrumbe del mercado inmobiliario, donde invirtieron buena parte de sus activos. El Gobierno y el Banco de España apoyaban la candidatura capitaneada por Fainé.

Durante una comida previa al consejo, los altos cargos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) junto con Amado Franco, presidente de Ibercaja, que también aspiraba -al menos nominalmente- a la dirigir al sector, pactaron los términos del consenso. El escollo radicaba en que Fainé condicionaba su candidatura a que no se presentara nadie más, por lo que había que convencer a Franco de que retirara su propuesta y se incorporara al equipo catalán, como hizo.

El Gobierno y el Banco de España apoyaron al dirigente de La Caixa

Tras el pacto previo, el consejo fue un paseo triunfal de media hora

Algunos temen un excesivo protagonismo de las dos grandes cajas

La CECA busca un compromiso para reformar la ley con el Gobierno central

Horas después, a las seis de la tarde, el Consejo de Administración de la CECA, celebrado en Madrid, fue un paseo triunfal que apenas duró media hora. Nada que ver con el consejo anterior de Sevilla, que tras casi cuatro horas, acabó con un enfrentamiento abierto como no se conocía en el sector desde hace muchos años.

Por unanimidad, los presidentes de las cajas eligieron presidente a Fainé, (Manresa, 1942), cuya entidad gana el 49% de todos los beneficios del sector. Amado Franco, (Zaragoza, 1945), presidente de Ibercaja, sexta entidad, fue nombrado vicepresidente primero. Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, fue elegido vicepresidente segundo; Braulio Medel, de Unicaja, vicepresidente tercero, y Modesto Crespo, de la Caja del Mediterráneo, (CAM), el cuarto. Carlos Egea, presidente de Caja Murcia, queda como secretario de esta comisión ejecutiva.

En el comunicado oficial, la CECA dice que, con motivo de la elección del nuevo presidente, "se quiere destacar que las cajas han constituido una palanca esencial en el desarrollo económico de España, fomentando el ahorro en todas sus modalidades y habiendo contribuido de forma muy importante en la mejora de la calidad de vida de los españoles en términos de renta, sanidad, educación y cultura, entre otras cuestiones".

A continuación, la CECA dice que, para seguir cumpliendo estos objetivos, "las cajas necesitan evolucionar y adaptarse a los nuevos escenarios económicos y financieros", manteniendo sus compromisos sociales, sus vínculos territoriales, "pero sin perder de vista que el mercado financiero es único".

En esta carta programática, la patronal llegó a tres acuerdos. El primero fue que se analizarán las diferentes fórmulas que puedan existir para elevar el capital "preservando su naturaleza fundacional", es decir, sin que las privaticen. Este es un asunto clave para las entidades medianas y pequeñas, reacias a que una caja tan grande como La Caixa, que tiene intereses diferentes de muchas de ellas, gobierne el sector. En este sentido, CECA dijo que "uno de los grandes retos" que tienen ante la llegada de la normativa de Basilea III, es incrementar sus recursos propios.

El segundo punto valida la función que realiza la Confederación. Con este punto del acuerdo, se pretende disipar las dudas sobre las posibles intenciones de transformar la CECA y que quede más controlada por las cajas grandes.

"La Confederación seguirá cumpliendo su misión fundamental, evolucionando en función de los nuevos entornos de normativa y mercado, para continuar su labor en favor de la armonización, apoyo y defensa de los intereses de todas las cajas", dice el segundo pacto. A continuación, explica que la CECA seguirá criterios de eficiencia y solidaridad entre todas las cajas, independientemente del tamaño de cada una de ellas". Otro guiño más a las pequeñas entidades.

Por último, el Consejo promueve e impulsa un acuerdo de todo el sector público, es decir, el Gobierno central y los autonómicos, que facilite un marco normativo en el que las cajas, puedan cumplir sus compromisos en el desarrollo económico y social de su territorio, "y mejorar, con garantía de futuro, su función financiera".

El primero y tercero son los aspectos donde Fainé desempeñará un papel clave. El sector ha pedido que puedan buscar capital "por diferentes fórmulas", es decir, que no se obligue a todas las entidades a emitir cuotas participativas (similares a las acciones) con derecho a voto. Algunas, las situadas en medio de la tabla para abajo, creen que existen otros caminos para evitar el riesgo de bancarización.

El secretario general de Confia-CC OO, José María Martínez, valoró positivamente el consenso alcanzado en las cajas y aplaudió la declaración de la patronal sobre la necesidad de reforzar el capital manteniendo su modelo social.

Pese al acuerdo, algunos presidentes de cajas temían un excesivo protagonismo de las dos gigantes, La Caixa y Caja Madrid. También señalaron que Fainé tendrá problemas para atender al sector ya que es presidente de Criteria, vicepresidente de Telefónica, de Abertis, de Repsol y consejero del banco mexicano Inbursa y del chino The Bank of East Asia.

El sector tuvo un detalle especial con Juan Ramón Quintás, ex presidente del sector, que dimitió el pasado 17 de marzo después de haber sido su máximo representante durante 16 años. Quintás fue nombrado presidente de honor de la CECA y, además, se propondrá la concesión de medalla al mérito en el ahorro, en un gesto claramente conciliador con la etapa anterior.