_
_
_
_
_

"Un esfuerzo titánico"

Pochettino se conforma con el empate y se felicita por haber desactivado al rival

Jordi Quixano

Los 39.263 espectadores se levantaron de un brinco nada más acabar el partido. Vítores, felicidad completa y aplauso generalizado: premio a los futbolistas del Espanyol, que desactivaron al Barça con trabajo y esfuerzo. Sobre todo, a Messi, jugador fantasioso o de Play Station, como le definió el técnico del Arsenal, Arsène Wenger, cuando encajó cuatro goles del 10. "Nos hemos medido con los mejores y hemos salido bien parados", convino Pareja con orgullo. "Estamos ante el mejor equipo del mundo y el Espanyol y su gente han sido más poderosos que todo eso", subrayó Luis García. "El Barça no ha podido jugar como sabe", agregó Chica. "No se han sentido cómodos y eso se ha notado", remató Mauricio Pochettino, el técnico blanquiazul.

Más información
El Espanyol desfigura al Barça

La alegría de la hinchada, sin embargo, no pareció compartirla el vestuario. "Un punto está bien porque era ante el líder y nos vamos con la cabeza alta. Pero, visto el partido, creo que hemos perdido dos", señaló Baena. "La victoria habría sido lo merecido. No nos vamos satisfechos, pero sí conformes", amplió Pochettino, "porque no recuerdo un partido del Barça que no tirara. Creo que si ha hecho un disparo ya es mucho". Intervino Daniel Sánchez Llibre, el presidente: "El empate me sabe a poco porque hemos sido superiores. Lo justo habría sido un 2-0 como mínimo".

El Espanyol, en cualquier caso, remató en contadas ocasiones, pero realizó un trabajo defensivo sensacional. "Se han tomado las medidas necesarias para detener a Xavi y Messi", destacó Pochettino como clave del duelo; "el marcaje zonal y la reducción de espacios han funcionado. Se ha hecho un esfuerzo titánico y ha salido el partido que teníamos en mente".

Para los jugadores del Espanyol, el desgaste no supuso un problema. "Trabajamos muy bien el físico", argumentó Baena. "En esos momentos no piensas en el cansancio y la afición nos ha impulsado", añadió Callejón. La hinchada blanquiazul tuvo un papel preponderante, ferviente y sin menguar durante todo el encuentro, por más que perdiera los modales en sus insultos a Alves. "Nuestra afición es diferente a todas. Siempre está al lado del equipo y ha sido el jugador 12 y el 13", aclaró Sánchez Llibre. "Hemos sido 11; Dani [Jarque], el 12, y la gente, el 13", puntualizó Luis García. "No sé si es imposible que perdamos, pero el público ha apretado como nunca. Ha sido maravilloso", resaltó Pareja; "se ha vuelto a vivir una noche mágica, como aquellas que se vivían en Sarrià". Bien valió un empate.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_