El coladero de Barajas
La instrucción de la Operación Carioca apunta a una trama organizada que contaba con la necesaria complicidad de agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. En prisión se encuentra, entre otros, un policía nacional que estuvo destinado en el aeropuerto de Barajas. Una de las mujeres relató cómo fue instruida para utilizar la cabina seis tras aterrizar en España.
La inmigrante se puso nerviosa, se equivocó y pasó por otro lugar en el que hubo de responder a numerosas preguntas, hecho que luego fue recriminado por José Manuel, otro de los detenidos y encargado del club en el que se prostituyó.
También era costumbre facilitarles una cierta cantidad de dinero para que pudieran justificar su estancia en España, que luego tenían que entregar en los prostíbulos. Esa práctica le costó un disgusto a otra mujer que figura como intermediaria de la red, cuando una de las jóvenes decidió fugarse con el dinero. La intermediaria vivió atemorizada por los prestamistas y llegó a pedir el dinero a su familia en Brasil.
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