Urkullu sospecha que Zapatero puede estar sondeando a ETA
Egibar muestra reticencias a la idea del plan de deslegitimar la violencia
El popular Jaime Mayor Oreja abrió el camino diciendo, sin aportar ninguna prueba, que el Gobierno central sigue negociando con ETA, y el PNV prontó se apuntó a la teoría. Ayer fue el mismo jefe de filas peneuvista, Iñigo Urkullu, quien siguió remachando ese clavo al mostrar en una entrevista con Europa Press su sospecha de que el Ejecutivo de Zapatero podría mantener "tomas de temperatura" con ETA de forma directa o indirecta.
"El Gobierno español sabrá qué tiene que hacer en su estrategia" con ETA, sostuvo Urkullu, pero recalcó que su partido no entiende "otra cosa que un alto el fuego definitivo". "No me extrañaría que el Gobierno o representantes que utilice estén en ese ejercicio de toma de temperatura, al tiempo que mantiene una actuación clara policial, judicial y de colaboración internacional", agregó.
El portavoz del PNV defiende "estar contra todas las violencias"
Urkullu, quien reconoció que no sabe si Zapatero se atrevería a otra negociación con la banda, enfatizó que el PNV se pondrá "delante de la pancarta de protesta" si el Gobierno tiene "la tentación de hablar de cuestiones políticas" con ETA.
Mientras, el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, estimó ayer en un debate en Radio Euskadi, que el plan de Convivencia y Deslegitimación de la Violencia pretende "trasladar el pacto PSE-PP al ámbito educativo". El socialista Óscar Rodríguez le replicó que lo que busca es eliminar de las aulas todo "adoctrinamiento partidista" para sustituirlo por "el adoctrinamiento democrático", informa Isabel C. Martínez.
El PNV, que había avanzado ya reservas a la presencia de las víctimas del terrorismo en las aulas, fijará su postura definitiva en el debate en la Comisión de Derechos Humanos, una vez que el Gobierno explicite los consensos con que cuenta en la comunidad educativa, dijo Egibar. El PNV dejó ver a través de su portavoz sus reticencias, no sólo a la intervención directa de las víctimas en los colegios, sino al objetivo mismo de la deslegitimación de la violencia que da nombre al plan.
A su juicio, la cuestión no estriba en "la deslegitimación", sino en "estar en contra de todas las violencias", sin hacer "estadísticas de quién ha asesinado más". Egibar defendió el derecho de su partido a discrepar del proyecto del actual Gobierno como el PSE y el PP lo hicieron del anterior y atribuyó al plan la intención de "acabar también con el nacionalismo".
Rodríguez le rebatió: "Nadie habla de acabar con el nacionalismo, sólo de defender las instituciones democráticas". El popular Leopoldo Barreda reprochó al PNV ber buscado siempre "excusas para distanciarse" de las medidas contra ETA.
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