Montilla se postula como candidato haciendo guiños a los votantes de CiU
El líder del PSC asegura que ganará los comicios en un acto simbólico en Pinós
La élite del socialismo catalán se desplazó ayer a Pinós, a la Cataluña interior (Solsonès), para asistir a la simbólica puesta de largo de José Montilla como inminente candidato a la presidencia de la Generalitat. Arropado por la dirección de su partido y cargos del PSC, desde ministros pasando por los consejeros del tripartito hasta alcaldes, Montilla lanzó en Pinós, el centro geográfico de Cataluña, un mensaje de centralidad para arañar votos a CiU. "Sigo creyendo que podemos ganar. Cataluña no quiere más atajos, inventos, sorpresas y pasos atrás. No tenemos más bandera a diferencia de otros que la senyera, el Estatuto y Cataluña", zanjó en medio de aplausos.
Fue el colofón de un discurso que quiso alertar al electorado convergente de que CiU no duda a veces en ondear la estelada. Con las encuestas en contra, los socialistas saben que la batalla electoral está en el centro político y de ahí que intenten distanciarse de sus socios de Gobierno independentistas y ecosocialistas y jugar en la misma arena política y con las mismas armas que CiU. Cargado de simbolismo, el escenario de Pinós lo habría aprobado el mismo Jordi Pujol: a pocos metros de un santuario junto a un monolito coronado con una rosa de los vientos, a 936 metros de altura y envuelto de vistas. El lugar lo escogió Jaume Collboni, el nuevo jefe de campaña del PSC, que explicó a sus colegas que el lugar era la metáfora del primer peldaño hacia la Generalitat.
Con el soporte de un telepronter, un atril con una pantalla que parecía un retrovisor ahumado, y ante un centenar largo de incondicionales y la senyera, Montilla se tragó el rubor y dio sus razones por las que quiere seguir en primera línea. Calificó el 28 de noviembre de 2006, el día en que fue investido presidente, como el mejor de su vida y se emocionó cuando recordó que allí estaban, humildes y discretos, sus padres: "También quiero ganar por ellos, por el amor que me han dado y su ejemplo". Fue generoso y citó a Pasqual Maragall, de quien dijo que ha heredado el Estatuto, en el punto de mira por si esta semana hay fallo del alto tribunal aunque todo apunta que no lo habrá: "Sigo creyendo en el Estatuto. Lo defenderé donde sea y ante quien sea porque lo refrendó el pueblo".
El acto estuvo precedido por la intervención de dos apasionadas militantes: Cándida, una locuaz señora mayor, extremeña, y una joven, Sofía, de 17 años, que votará por primera vez en las autonómicas. Montilla mencionó a las dos en su discurso sosteniendo que aún le queda "mucho por hacer" por gente como ellas. "Y la crisis no está vencida. Ahora conozco mejor al país y su gente, su potencial y sus deficiencias. Son 20 años perdidos sin resolver problemas de educación, energía e infraestructuras", apuntó en sus escasas alusiones a CiU.
Montilla anunció que pedirá de la confianza del electorado y que tiene más experiencia para combatir la crisis y garantizar la justicia social. "Nuestros adversarios, no sé si por ignorancia o prepotencia, o ambas cosas, casi dan por ganadas las elecciones. ¡Qué poco conocen a los socialistas! ¡Qué poco a los catalanes! y ¡qué poco a mí!", dijo. Tras citar su recorrido personal en el que decidió quedarse en Cataluña, su lucha contra Franco, aprender una lengua que no era la de sus padres y crear una familia, Montilla hizo un acto de reafirmación. "Creo en Cataluña. Es una nación fuerte, generosa y apasionada ¿Cómo no voy a creer si no nací aquí, quise ser un catalán más y me dieron las oportunidades que mi tierra de origen no me dio hasta ser presidente?", se preguntó. Y añadió que su perfil es el de la mayoría: "Soy catalán y catalanista, español y federalista; europeo y europeísta y progresista y de centro-izquierda, como la mayoría".
Artur Mas, candidato de CiU, replicó en La Seu d'Urgell a Montilla negando que se pueda adjudicar la centralidad: "El tripartito representa los extremos, la radicalidad y falta de entendimiento. El PSC habrá estado en el centro geográfico pero con dos tripartitos está fuera del centro político".
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