¿Usó el nieto de Franco un revólver?

Lo que no habría pasado de ser una mera discusión de tráfico se convirtió ayer en un caso penal con un detenido. El nieto del general Franco, Jaime Martínez-Bordiú, de 45 años, fue detenido y acusado de un delito de amenazas. Un conductor le denunció por haber colisionado con su vehículo y no haberse parado a hacer el parte del seguro. En lugar de eso, llegó a sacar un revólver y efectuó al menos cuatro disparos, según la versión del denunciante. Eso contrasta con la versión de un amigo de Martínez-Bordiu, que mantiene que el que le intentó agredir fue el otro conductor.

Esta rocambolesca historia comienza alrededor de las diez de la mañana en el kilómetro 13 de la M-503, cuando un vecino de Madrid, Miguel Ángel R. V., se dirige a ver a su madre, que vive en Villanueva del Pardillo. El conductor, según su versión, se encuentra en el interior de una rotonda, cuando Jaime Martínez-Bordiú entra en la misma sin cederle el paso. Iba hablando por el teléfono móvil. Eso provoca un pequeño accidente de chapa. Miguel Ángel le hace señas para que pase, pero el nieto de Franco hace caso omiso y sigue su camino por la M-503. El conductor mantiene que intentó chocar con él hasta en cuatro ocasiones, sin lograrlo. Cuando Miguel Ángel logra ponerse a su altura, Martínez-Bordiú saca un revólver y efectúa cuatro disparos. Pero ni Miguel Ángel ni el C-4 de dos puertas que lleva reciben impacto alguno. El afectado, que dijo ser profesor de conducción, se queda con la matrícula y denuncia ante la Guardia Civil los hechos.

El detenido quedó en libertad con cargos tras declarar ante la Guardia Civil

Cuando los agentes de Policía Judicial de Villanueva de la Cañada comprueban la matrícula del denunciante, se dan cuenta de que pertenece a un Opel Astra ranchera propiedad de Jaime Martínez-Bordiú. Este reside en la urbanización de Villafranca del Castillo. Los agentes le citan y se presenta voluntariamente en el puesto de Villanueva hacia las tres de la tarde. Para que goce de todos los derechos, le detienen y le acusan de un delito de amenazas. La declaración se prolonga durante toda la tarde y, según fuentes de la investigación, niega las imputaciones que constan en la denuncia. También declara un hombre que trabaja en la casa de Martínez-Bordiú y que se llama Yuri. Éste mantiene que habían estado de diversión toda la noche y que provenían de un after hours de Las Rozas, que mantienen un altercado de tráfico en la rotonda de la M-503 y que su jefe sólo se limita a levantar el dedo corazón en señal de insulto. Añade que es el otro conductor el que intenta sacarle de la carretera.

Los agentes se dirigen a las 16.45 con Yuri a la casa de Martínez Bordiú y recogen el Opel Astra que conducía el primero. El vehículo es inspeccionado por especialista de Policía Científica y no encuentran restos de pólvora ni casquillos que confirmen que el nieto de Franco ha empleado un revólver. Tampoco aparece el arma. Martínez-Bordiú tenía licencia para escopetas, pero le fue retirada por un juez tras protagonizar un caso de violencia de género. El detenido quedó en libertad con cargos por la noche. Su salida del puesto de la Guardia Civil de Villanueva se retrasó hasta las 23.30 de ayer porque faltaba el visto bueno del juzgado de guardia de Majadahonda y de la Fiscalía de Madrid, según fuentes de la investigación.