Un viaje de iniciación

La vuelta al día en 80 mundos. Podría ser una definición literaria de lo que sucedió la semana pasada en Santiago durante el Festival de Músicas Contemplativas. El pasado miércoles, por ejemplo, el viaje de iniciación comenzó en el Rajastán indio con el colorista Divana Ensemble, que evocó las raíces del flamenco, y terminó a las 24 horas con un prodigioso recital de cantos sufíes del Alto Egipto a cargo de Sheikh Taha y su quinteto de acompañamiento. Entre ambos, un programa dedicado a Haendel con un cuarteto barroco londinense reforzado por la soprano Enma Kirby. Cada concierto tuvo lugar en una iglesia o monasterio diferente de la ciudad compostelana, con una duración aproximada de 75 minutos. Fueron 15 los espectáculos a lo largo de la semana, todos ellos gratuitos, previa retirada de las invitaciones. El público que asistió fue de todo tipo y condición. Lo que más llama la atención es el altísimo porcentaje de jóvenes, especialmente en los conciertos más nocturnos.

El Festival de Músicas Contemplativas de Santiago de Compostela alcanzó con esta su quinta edición y es, en cierto modo, una continuación de los Festivales del Milenio de hace una década. Su filosofía consiste en desarrollar el diálogo intercultural a través de la música. Así se pudieron escuchar estos días en Santiago de Compostela "músicas del mundo" de Vietnam, Irán, Azerbaixan, Egipto, Mongolia, India o Ouzbekistán, alternándose con conocidos grupos de música antigua del Reino Unido, Francia, Italia, Finlandia y Estados Unidos. También participó el contratenor español Carlos Mena. De Tomás Luis de Victoria y Purcell a música mística persa o vietnamita: toda una experiencia.

Es además el de Músicas Contemplativas un ejemplo de los nuevos aires que se están inyectando a los festivales del siglo XXI en nuestro país con la idea de mantener el concepto de festival como algo extraordinario y complementario a las programaciones cotidianas. Es el caso de Musika-Música en Bilbao con una proyección popular que ha alcanzado ya en su última edición las 30.000 entradas vendidas; del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, con su imprescindible conexión universitaria; del Pórtico de Zamora, con su indagación en las raíces religiosas de la música; de Via Stellae, también en Santiago de Compostela, con su afán investigador y perfeccionista. El Festival de Músicas Contemplativas se basa en las conexiones de música y patrimonio artístico para facilitar el encuentro entre las propuestas sonoras más alejadas. Es una apuesta por la interculturalidad que paralelamente refuerza los lazos de convivencia democrática a través de la música.