La oposición en Sudán renuncia a las presidenciales
El principal rival del Gobierno teme un fraude masivo
La retirada del candidato del principal partido de la oposición de Sudán deja malheridas las primeras elecciones multipartidistas en 24 años, convocadas para el 11 de abril, y reaviva los fantasmas de la guerra. Yasir Arman, postulante a la presidencia de la República por el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (MLPS), principal partido del Sur, ha anunciado su abandono porque en Darfur no existen las mínimas condiciones para "una elecciones libres y justas", y teme un fraude generalizado. La guerra en aquella zona occidental del país ha causado 200.000 muertos y 2,5 millones de desplazados, según cifras de organizaciones internacionales que el Gobierno de Jartum rechaza.
La tensión ante los comicios del 11 de abril aviva el miedo a la guerra
La mayoría de los partidos de oposición, a los que la decisión del MLPS tomó por sorpresa, decidieron sumarse al boicoteo. Scott Gration, enviado especial de Estados Unidos, realiza intensas gestiones con los líderes políticos para salvar el proceso electoral.
Alí Abdelatif, asesor de Arman, ha reconocido errores "en la forma, no en el fondo", en el anuncio unilateral del buró político del MLPS. En círculos políticos y diplomáticos de Jartum, la retirada de Arman a dos semanas de los comicios se interpreta como parte de un acuerdo no escrito entre el MLPS y el Partido del Congreso Nacional (PNC) del presidente y principal candidato Omar Hassan al Bashir. Dicho pacto, que Alí Abdelatif negó, dejaría el terreno libre a Bashir para mantenerse en el cargo que ocupa desde el golpe de Estado de 1989, a cambio de garantizar la celebración del referéndum sobre la independencia del Sur de Sudán, previsto para enero de 2011.
Esta consulta, del máximo interés para el MLPS , forma parte de los acuerdos de paz de 2005 que pusieron fin a más de dos décadas entre el Norte, de mayoría musulmana, y el Sur, con una gran parte de cristianos y seguidores de creencias tradicionales.
Arman es un líder político que, pese a haber nacido en el Norte, se curtió en el campo de batalla luchando con las fuerzas rebeldes del Sur. No es musulmán y aboga por un Sudán libre de tribalismos y enfrentamientos, que respete las distintas opciones religiosas, desde el islam al secularismo. La apuesta del MPLS de presentar un candidato con este perfil en el Norte, donde el régimen aplica la Sharia (ley islámica), tenía riesgos a la hora de lograr un amplio apoyo del electorado. La retirada a última hora puede indicar, entre otras cosas, que las previsiones eran poco favorables a un candidato demasiado tolerante para un mundo dominado por la intransigencia política y religiosa.
Sudán entra en una etapa de incertidumbre, en la que no faltan las voces que advierten de los riesgos de un nuevo conflicto armado. "Si estallara una nueva guerra en el Sur, sería el fin de este territorio y de su población", dijo lacónicamente Alí Abdelatif. "Después de más de 20 años de conflicto, la estructura social es muy frágil".
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