Pieza de colección

Es uno de los descapotables más impactantes del mercado, por diseño, prestaciones y tecnología. La versión cabrio del R8, el superdeportivo de Audi, resulta aún más llamativa que el modelo cerrado y permite a la marca acceder al selecto club de fabricantes que ofrecen un descapotable capaz de superar los 300 km/h.

El nuevo R8 Spyder equipa un poderoso motor 5.2 V10. Rinde 525 CV a 8.000 revoluciones y ofrece prestaciones propias de los videojuegos, aparte de una sonoridad grave y profunda que hace sentirse en un coche de carreras: acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, llega a 200 en 12,4 y puede alcanzar en un circuito apropiado hasta 313 km/h.

A pesar de su poderío, sorprende por su confort y facilidad de conducción. Una de las claves de su buen carácter es el tacto general, más cercano a una berlina deportiva que a un Ferrari. También ayudan la suspensión electrónica, que adapta su dureza al ritmo y el estado del piso, y la tracción 4 - 4, que ayuda a digerir la potencia. La capota eléctrica está a la altura, aísla el interior casi como un techo fijo y se puede accionar en marcha por debajo de 50 km/h, un detalle muy útil.

La sofisticación del Spyder se refleja también en avances como los frenos con discos cerámicos, similares a los de los fórmula 1, o los cinturones de seguridad con micrófonos integrados, que permiten hablar por teléfono incluso cuando se circula descapotado a alta velocidad. Los precios, 175.100 euros con cambio manual y 183.220 con el automático R-Tronic, ambos de seis marchas, son inaccesibles para la mayoría. Pero al contrario de lo que sucede con los coches normales, los superdeportivos suelen revalorizarse con el tiempo y acaban convirtiéndose en piezas codiciadas.