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El nuevo hospital de Vitoria costará entre 100 y 120 millones de euros

Se construirá a partir de 2011 y abrirá sus puertas en cuatro o cinco años

Después de muchos años de debate, la reordenación sanitaria alavesa no culminará con la construcción a partir de 2011 del tercer hospital de Vitoria, sino con un único hospital universitario de Álava dividido en dos zonas y para dos tipos de pacientes: agudos -el complejo del actual Txagorritxu- y crónicos -Santiago-. Las cifras de este cambio se ofrecieron oficialmente ayer: con un proyecto de entre 100 y 120 millones de euros -se buscan "otras" formas de financiación además de las públicas-, Álava contará con una cartera de 65 servicios, 323 nuevos puestos de trabajo, 855 camas en planta y 121 consultas externas.

El objetivo del proyecto es integrar servicios para evitar duplicidades -impulsar de este modo la creación de especialidades nuevas- y de aumento de la oferta. Para ello, durante los próximos cuatro o cinco años, la reordenación sanitaria alavesa alterará el entorno de los dos hospitales vitorianos. El de Txagorritxu será reformado y a su alrededor se crearán cuatro nuevos edificios con 735 camas. Estas construcciones albergarán un centro materno-infantil, un centro quirúrgico -con cinco quirófanos más-, un instituto de investigación biosanitaria, un bloque técnico y un edificio de consultas externas con un helipuerto y un parking de dos plantas -una de ellas subterránea-. Las urgencias únicas se concentrarán en este entorno.

El espacio libre de Santiago será para "usos residenciales y equipamientos"

El hospital de Santiago tendrá una evolución diferente, ya que se reducirá la instalación y se adecuará a las necesidades de los pacientes crónicos, con 120 camas, frente a las más de 300 actuales. En él se hospitalizará a este tipo de pacientes para recuperarlos de los procesos agudos de su enfermedad, pero también habrá consultas destinadas a ellos, un hospital de día y los servicios de hospitalización a domicilio y telemedicina. Santiago será un "laboratorio de ideas", según el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, quien mostró su interés por que el centro sea una referencia en el servicio a los pacientes crónicos. Ante las suspicacias de los profesionales, Bengoa argumentó que "no es una reorientación de Santiago", porque "el hospital son sus profesionales y parte de ellos trabajará en el nuevo hospital".

"Nuestra obsesión no son los edificios, sino la calidad asistencial", resaltó el consejero. Las nuevas especialidades de cirugía plástica, genética, fecundación in vitro, radiología vascular intervencionista y una unidad de corta estancia, se complementarán con 20 especialidades quirúrgicas y siete pediátricas. Además de las unidades de sueño y nutrición, el complejo contará con otras dedicadas a ictus, demencias y esclerosis múltiple, así como terapias nuevas: la radioterapia de intensidad modulada y la braquiterapia. Todos estos servicios facilitarán que se formen médicos en 40 especialidades, 12 más de las ofertadas ahora.

La duda se centra en este momento en qué ocurrirá con el espacio que quedará libre del actual Santiago -prácticamente la mitad-. La zona Este se mantendrá, pero la Oeste, más cercana al centro de la capital, se empleará para "usos residenciales y equipamientos", como un centro cívico, apuntó el alcalde, Patxi Lazcoz. Otro de los puntos que deberá resolverse será el de las comunicaciones en el entorno de Txagorritxu, debido al volumen de personas que concentrará el complejo hospitalario.

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