Popes contribuyentes
Los popes de la Iglesia de Grecia están alarmados. El Gobierno socialista de Atenas, presionado para apretarse el cinturón, ha incorporado a su plan de recuperación económica el recorte de los privilegios económicos de que disfruta la Iglesia ortodoxa. El Ejecutivo de Yorgos Papandreu ha decidido que también la Iglesia tendrá que arrimar el hombro y, por tanto, empezar a pagar impuestos como los demás. Toda una revolución en un país en el que la Iglesia es uno de los más importantes propietarios de tierra e inmuebles del país y columna vertebral de una sociedad extremadamente religiosa. Es "un puñetazo en el entrecejo", en palabras del obispo Anthimos de Salónica.
A partir de ahora, es previsible que los jerarcas de todas las iglesias empiecen a devorar las noticias económicas sobre los problemas financieros de Grecia y, especialmente, sobre los paralelismos existentes entre sus problemas y los nuestros.
Quizá otros políticos caigan ahora en la cuenta de que además de los funcionarios y los pensionistas hay otros sectores sociales, como el eclesiástico, que pueden aportar mucho en los intentos de superar esta crisis. La tentación no es desdeñable. Basta hacer números: la Iglesia católica española, sin ir más lejos, percibe de las administraciones públicas, bien directamente, bien a través de subvenciones y conciertos, más de 3.500 millones de euros (según cálculo hecho por este periódico hace nueve años) y, además, no paga impuestos, salvo el del IVA, gracias a una reciente imposición de Bruselas.
Es verdad que no ha habido todavía Gobierno español capaz de plantar cara a la Iglesia católica. Pero piénsese en lo poco que le importaría a un gobernante pagar su coste político cuando funcionarios, estudiantes y pensionistas ya han incendiado el país por los cuatro costados, como es el caso de Grecia. Dado que sus propias inversiones no han sido las más inteligentes (piénsese en esos 6,6 millones de euros invertidos por el obispado de Valladolid en Gescartera), lo más sensato sería poner las barbas a remojar y rezar para que la crisis se resuelva en España lo antes posible.
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