"No descarto un pacto con el PP para sanear la vida pública canaria"
Catedrático de Historia Contemporánea, a punto de cumplir 53 años, José Miguel Pérez llegó hace ocho años a un PSOE descalabrado, sin orden y lo convirtió en fuerza gobernante en el Cabildo de Gran Canaria, que él preside, y en el Ayuntamiento de Las Palmas, entre otros municipios.
Pregunta. ¿Qué le hace suponer que podrá poner término a 15 años en la oposición en el Parlamento canario?
Respuesta. Una convicción: la democracia es asunto de toda la ciudadanía. Nuestro partido se cohesionó para ser la fuerza que proyectara que no se trata de cambiar unas siglas por otras, sin más. Lo importante es transformar el contenido de la política. Se creció en cada municipio, sumando movilización y participación para construir otra forma de entender la política. Ahora, la ponemos en práctica en la isla y todo el mundo puede contrastar lo que se hace con lo que lleva décadas haciendo la derecha local y el PP.
"El PP está asfixiado por el interés personal de su líder"
"Este equipo es de todo el partido y representa a todas las sensibilidades"
P. Durante su intervención en el congreso advirtió de que, frente a quienes celebraron la marcha de su antecesor, Juan Fernando López Aguilar, la suya no será una época de blandenguerías. ¿Qué aviso quiso enviar con esta expresión?
R. La fórmula de Gobierno de las derechas en Canarias se gastó. Son muchos años haciendo lo mismo. Ahora están poniendo en seria dificultad la viabilidad misma de nuestra comunidad autónoma. Ante eso no se responde con silencios acomodados. Se opone una alternativa distinta que no sólo posee más contundencia para afrontar los efectos de esta crisis. Visualiza la enorme cantidad de oportunidades que ahora tiene Canarias como resultado de los cambios en su entorno, que revalorizan su posición internacional.
P. El PSC fue la fuerza más votada en las pasadas elecciones y no pudo gobernar. La ley electoral canaria parece condenar a pactos entre los tres principales partidos. ¿Está abierto a acuerdos de Gobierno con los nacionalistas?
R. Hay que cambiar esa ley tan contraria al proyecto autonomista. Lo fragmenta y rompe a las organizaciones políticas. Además, coloca límites a la representación que no tienen parangón en el resto de los sistemas democráticos. Yo tengo alianzas con una fuerza nacionalista progresista en Gran Canaria. Verá cómo el arco parlamentario isleño de 2011 cambia. Entonces, el partido decidirá lo que tiene que hacer. A lo que no renunciaremos es a quedarnos sin convicciones en la forma de entender la política y sobre cómo hacer más sólida la democracia en Canarias.
P. ¿Ve factible un pacto entre socialistas y populares, como en Euskadi, para poner fin a 15 años de Gobierno nacionalista?
R. Ahora mismo, el PP y su líder han entregado su futuro a lo que va quedando de Coalición Canaria. El PP es un partido al que asfixia el interés personal de su líder, José Manuel Soria. Cuando deje de ser así, nada descartaría un acuerdo para sanear la vida pública en Canarias, que deje de tener una eterna pareja de baile formada por dos fuerzas de derechas.
P. Durante el debate precongresual han hablado de unidad. ¿Por qué en su Ejecutiva sólo hay un miembro de las candidaturas rivales?
R. Este equipo dirigente es ahora de todo el partido. En él están representadas todas las islas y muchas sensibilidades.
