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La investigación recalca que Jon Anza estaba "muy enfermo, al límite"

El etarra tenía aspecto de vagabundo cuando fue encontrado en Toulouse

El frágil estado de salud de Jon Anza cuando acudió a Toulouse -"a ver a unos amigos", según su familia; a entregar a ETA una importante suma de dinero, según la versión de la banda terrorista- era mucho peor de lo conocido hasta ahora y en absoluto nada el apropiado para hacer de correo etarra. Semanas atrás, había sido sometido a una intervención quirúrgica para intentar salvarle de un craneofaringioma -un tumor cerebral benigno que afecta al nervio óptico-, y tenía serios problemas de visión, así como desequilibrios hormonales.

La autopsia y el examen de su historial médico apuntan a que su estado se fue degradando durante los 11 días que las autoridades francesas aún no han reconstruido de su recorrido, entre el 18 de abril de 2009, cuando cogió un tren en Bayona con destino a Toulouse, y el día 29, cuando fue atendido en la calle e ingresado en el hospital Purpan de Toulouse, donde fallecería 13 días después.

Según fuentes de la investigación, la Policía Judicial francesa tiene pruebas que confirman que Anza llegó efectivamente a Toulouse en tren. Su aspecto al ser encontrado en el Boulevard de Strasbourg estaba muy descuidado, parecía casi un vagabundo. "Estaba al límite", añaden las citadas fuentes, que no entienden cómo alguien en su estado de salud pudo emprender una misión de este tipo. El etarra fue encontrado el 29 de abril, poco antes de la medianoche, inconsciente, con la cabeza metida en una jardinera que rodeaba el restaurante Hippopotamus, situado a unos 15 minutos a pie de la estación de tren. "Sólo puedo decirle que no comió aquí y cuando vi lo que ocurría ya estaba siendo atendido por los de emergencias", explica una responsable del restaurante que prefiere que no se publique su nombre.

Hoy no hay ningún indicio que apunte a que Anza pudo ser víctima de guerra sucia. La tesis lanzada por Gara en octubre afirmaba que fue interceptado en el tren, pero ahora consta que llegó a Toulouse. Ese diario también sostuvo que fue sometido a torturas, pero la autopsia descarta signos de violencia, y que fue enterrado en suelo francés, aunque, en realidad, el cadáver permaneció sin identificar 10 meses en la morgue del hospital de Purpan debido a unos errores burocráticos que la investigación, a partir de ahora en manos de un juez de instrucción de Toulouse, debe esclarecer. "Parece que algunos no tenían demasiadas ganas de que reapareciera el cuerpo", señala un mando policial implicado en la investigación.

Los abogados de la familia de Anza, arropada por la izquierda abertzale, aseguraron ayer que siguen barajando la hipótesis de un secuestro para explicar la muerte del etarra.

Cronología

- 18 de abril de 2009. Jon Anza coge un tren a Bayona y llega a Toulouse. Según ETA, tenía que reunirse con miembros de la banda para entregarles una importante suma de dinero, pero no acude a la cita.

- 24 de abril. Afectado por un tumor cerebral, no se presenta a una importante cita médica prevista para ese día en Burdeos.

- 29 de abril. Es encontrado inconsciente y sin documentación en una calle de Toulouse. Ingresa en el hospital de Purpan.

- 11 de mayo. Fallece por un fallo multiorgánico vinculado a su frágil estado de salud. Su cuerpo ingresa en la morgue sin identificar.

- 11 de marzo de 2010.

El cuerpo es identificado después de permanecer durante diez meses debido

a una cadena de errores burocráticos.

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