El jefe de la mafia rusa huyó porque Grecia no colaboró
El juez Grande-Marlaska encarcela a 12 'capos' de la organización
La cooperación entre fiscalías y policías europeas en la Operación Java que desmanteló la red mafiosa ruso-georgiana instalada en varios países de Europa y dirigida desde España no fue tan brillante como se esperaba. La falta de cooperación de las autoridades griegas permitió que el que los investigadores consideran el líder mundial de la organización, Lashar Shushanasvili, lograra escapar de ese país, donde los agentes lo habían localizado, explicó ayer el fiscal jefe Anticorrupción español, Antonio Salinas, en una comparecencia conjunta con fiscales y jueces de Francia, Alemania y Austria, que también participaron en el operativo.
El que no pudo emular al capo máximo fue su hermano Kakhaber, máximo responsable de la red en Europa. Hasta que fue arrestado la mañana del lunes, coordinaba desde su domicilio de Barcelona los centenares de robos y atracos que sus subordinados daban en otros países. Kakhaber también se encargaba supuestamente del blanqueo del dinero obtenido de manera ilegal en esos países. Joyerías -una de ellas en la capital catalana y otra en Valencia-, restaurantes, empresas de paquetería y talleres de vehículos eran las inversiones favoritas para dar salida a esos ingresos, en su mayoría procedentes del robo de joyas.
Parte del oro se fundía en Barcelona y se enviaba a Georgia
Kakhaber aspiraba a convertirse en el sucesor de Zakhar Kalashov, liberado el pasado día 2 por la Audiencia Nacional tras pagar una fianza de 300.000 euros. Hasta su detención, Kalashov estaba considerado uno de los siete principales líderes de esta mafia. Otro de los cometidos de Kakhaber era el control de la Obschak o "caja de los ladrones", adonde iban a parar parte de las joyas y beneficios obtenidos en cada uno de los países donde los criminales estaban instalados.
Por otro lado, el juez Grande Marlaska ordenó anoche el ingreso en prisión de 12 de los 24 detenidos en España. Uno de los encarcelados es Kalhaber Shushanasvili, hermano del huido y uno de los jefazos de la organización, al que acusa como al resto de sus secuaces de asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito contra la hacienda pública y asesinato en grado de conspiración, entre otros. Marlaska decretó la libertad para otro de los detenidos.
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