Los 'jesuses' de Balmaseda
La reunión de una veintena de protagonistas del vía crucis viviente simboliza su continuidad - "Es un orgullo salir de Jesús", recalcan
Bilbao
Luis Acebes no se ha cortado el pelo desde hace más de un año. La melena ya le llega por encima de los hombros y luce una barba cerrada. Pelo largo y barba resultan obligatorios para interpretar a Jesús en el vía crucis viviente que se celebra cada Viernes Santo en Balmaseda, una tradición de la que existen registros documentales desde finales del siglo XIX y ha reunido en los últimos años en la localidad a cerca de 35.000 personas.
Acebes, el Jesús de 2010, y una veintena de jesuses de años anteriores, alguno ya jubilado, se reunieron ayer en la comida tradicional que celebran cada año tres semanas antes del Jueves Santo. La cita sirve para mostrar la continuidad y el arraigo del vía crucis en Balmaseda, simbolizado en la presencia de más de la mitad de los jesuses vivos.
"Nosotros no somos actores. Lo vivimos", dice uno de los intérpretes de Cristo
Bilbao completará su Semana Santa este año con actuaciones de música y 'bertsos'
En Balmaseda, cuya pasión viviente es la más conocida de Euskadi, cada año cambia el joven que interpreta a Jesús. El San Andrés del año anterior da el salto al papel protagonista. Casi todos vuelven después a interpretar papeles secundarios. "Por eso muchos de nosotros llevamos barba en los primeros meses del año", bromeaba ayer Daniel Santamarina, el Jesús de hace cuatro años.
Acebes, de 31 años, proyectista industrial en una ingeniería de Zamudio, es el segundo de tres hermanos que hará el papel. Su madre, Marisa López, ha encarnado a la Virgen, y su padre ha sido sucesivamente apóstol, sumo sacerdote y Pilatos. ¿Experiencia espiritual? "Es un orgullo salir de Jesús", resume Acebes. Sus compañeros coinciden en la importancia que tiene en sus vidas la tradición del vía crucis.
Pedro Salinas, el Jesús de 1988, destaca que su reunión anual sirve para "acoger a los nuevos y contar batallitas". "No damos consejos; simplemente intercambiamos experiencias", puntualiza. "Cada uno se expresa a su manera, porque nosotros no somos actores. No actuamos, lo vivimos".
Las magdalenas de Balmaseda también se preparan para la Semana Santa. Dentro de dos semanas repetirán la reunión de los jesuses: una comida de fin de semana les servirá para cambiar impresiones.
En Balmaseda, la Semana Santa se atiene a la tradición. En Bilbao, en cambio, el programa habitual de actos se abre este año a la novedad con la actuación del bertsolari Jon Azpillaga, que en la procesión de la tarde del Domingo de Ramos recitará sus bertsos desde el púlpito de la basílica de Begoña.
Fuera del programa religioso, el programa del festival Ars Sacrum, dedicado a la música sacra, recordará el papel de la Virgen y de María Magdalena. El programa Mujer Madre Dolor ofrecerá, del 26 de marzo al 1 de abril, el oratorio escénico Maddalena ai piedi di Cristo, del compositor barroco Antonio Caldara (1670-1736), una producción de la Fundación Bilbao 700, y la actuación de Remedios Amaya con el espectáculo Flamenco para la Virgen.
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