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Columna
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El capitán araña, Pandora MAFO y Rato

El Capitán Araña es un malévolo personaje que adopta formas distintas. Hace algo más de un año el Capitán Araña puso las rotativas y emisoras del búnker madrileño a encender un conflicto lingüístico donde no lo había: había que expulsar a los rojos y separatistas que habían ocupado la Xunta, era la ocasión también para darle un tirón de orejas a "Don Manuel" que una vez que se vino a Galicia hasta se puso el hombre a hablar gallego (peyorativamente hablando). Se trataba de traernos el sentido común, el decoro y las buenas maneras propias del barrio de Salamanca y de aplicar en Galicia su programa político e ideológico. Ese chico que prometía tanto había que ponerlo en la Xunta, así que se hizo lo que se tenía que hacer por España (¡pardiez!). Él llegó y puso los "audis" en subasta, pero luego observó que en el despacho había varias cajas. Una de ellas tenía un letrero luminoso que repetía, "no la abras". Pero nuestro hombre desconocía la historia de Pandora y por otra parte oía voces, en la radio, que le decían , "ábrela, ábrela". La abrió y se escaparon los demonios y pasiones que nos enredan y seguirán haciendo daño hasta que Feijóo no dé los pasos necesarios y efectivos para restablecer el consenso en torno a nuestra lengua. Él solo no podrá cerrar esa caja de nuevo, volverá a escaparse un diablillo y otro y todo se volverá a incendiar, necesita ayuda y deberá pedirla. Desde luego no le va a ayudar el Capitán Araña.

Es un juego de trilero intolerable, y la sociedad gallega no debiera consentirlo

Pero había otras cajas con un letrero, "de ahorro". Las sacudió para saber qué contenían, una sonaba más hueca que otra pero ambas eran un enigma. Desde hace unos meses nos marean con ese enigma: "Caja por aquí y caja por allá, ésta para aquí y ésta para allá. ¿Dónde está la bolita?" Es un juego de trilero intolerable, y la sociedad gallega no debiera consentirlo.

Con motivo de la crisis económica y la reordenación financiera exigida, y exigible, por la Unión Europea se está dirimiendo a hurtadillas un debate de gran importancia económica: la desaparición de las cajas de ahorro, entidades financieras nacidas del ahorro local y ligadas al territorio, y su transformación en mera banca privada. Proceso que estaba en marcha y que ahora se está resolviendo a nuestras espaldas. Desconocemos lo que está sucediendo con nuestras cajas y el resultado que se pretende pero todo indica que se ataca de frente nuestro autogobierno.

El autogobierno no es tener instituciones autonómicas, las tenemos desde hace treinta años y prácticamente no lo hemos tenido. El autogobierno son instituciones, voluntad política nacional e instrumentos para hacer políticas propias y existir. Y un país que no tenga recursos financieros propios no existirá. Perder el control de nuestra leche y de nuestro campo por la desidia y el entreguismo de los gobiernos de la Xunta tantos años será desastre pequeño al lado de dejar de tener una caja gallega. Si Galicia carece de una caja de ahorros el ahorro se irá y las empresas de aquí lo pagarán. Se nos dice que quien decide algo de tal alcance económico y político sobre nuestro futuro es el presidente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández, tendremos entonces que dirigirnos a él. Los gallegos (en el sentido más peyorativo de la palabra) también sabemos hacer preguntas, venga y cuéntele a la sociedad: ¿Qué le ocurrirá a nuestras dos cajas? ¿Se van a quedar? En su plano, en el mapa que dibuja del sistema financiero español, ¿tendremos alguna caja? ¿Sí o no? Si no nos va a dejar caja alguna sólo queda preguntar: ¿y quién se las comerá?

Después de ver cómo la T4 del aeropuerto de Barajas se construyó con fondos europeos para la cohesión podemos imaginar fácilmente que Rato viene con hambre y quiere comer ternera gallega y pescado fresco, regado con buen vino blanco del país. De postre "brazo de gallego", quizá. Para frenar el poder de La Caixa catalana, desde Madrid se planea una nueva T4 financiera con nuestros ahorros.

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La ciudadanía aún no ha reaccionado, estupefacta ante la confusión de las posiciones de los partidos: el PSdeG, retirado Touriño que defendía la fusión de nuestras cajas, no está por fusiones y dice que Feijóo oculta cosas, Feijóo parece defender una caja gallega pero el PP de Rajoy está en contra y el BNG mantiene una posición clara pero no tiene poder político. ¿No se movilizará la opinión pública antes de que nos hayan desplumado y negado la posibilidad de hacer política económica propia? Dañar nuestra lengua es un ataque desde dentro al país, quitarnos el ahorro es un ataque desde fuera. No es exagerado decir que vienen a liquidar Galicia, (peyorativamente hablando).

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