Touriño deja su escaño entre el reconocimiento de los partidos

Un año después de que el bipartito perdiese las autonómicas, el ex presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño, diputado raso durante esta legislatura, anunció ayer que renuncia a su escaño y abandona la primera línea política para volver a la Universidad.

Antes de comparecer, visiblemente emocionado, ante la prensa en los pasillos del Parlamento, Touriño comunicó su decisión primero a la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, y luego al secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez. Tras abandonar su escaño, explicó que su futuro lo centrará la docencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago, donde impartirá clases de post grado que simultaneará con un proyecto de investigación sobre la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.Touriño avanzó que hará uso de la prerrogativa que le asiste por su condición de ex presidente y se incorporará al Consello Consultivo, lo que le da derecho a despacho, coche y asistente personal. Y cuando llegó la inevitable pregunta sobre las discrepancias que ha mantenido durante los últimos meses con la dirección de su partido e incluso dentro del grupo parlamentario, Touriño no negó que las hubiese, pero atribuyó su marcha a una decisión "coherente" con el anuncio que hizo tras la derrota electoral. "Un año me parece un período suficientemente dilatado para dejar constancia de la normalidad democrática de asumir el resultado". Y, las fechas, añadió, tienen algo de "fetiche".

Su abandono de la vida pública se produce una semana antes de que tenga lugar el primer Debate sobre el Estado de la Autonomía de la era Feijóo y, sobre todo, en vísperas de que el Parlamento vote una reforma de la ley del suelo, con la que está en desacuerdo. El propio Touriño se ha significado públicamente en contra de que el PSdeG apoye el texto que propone el PP y que última la ponencia parlamentaria.

El mismo día en que la Cámara tomó en consideración el proyecto de ley decidió ausentarse del hemiciclo y evitó participar en la votación. En su despedida, además de agradecer el trato a los presidentes del Parlamento José María García Leira, Dolores Villarino y Pilar Rojo, con los que convivió como diputado y a sus compañeros de siglas, volvió a dejar un doble recado a la dirección del PSdeG. Primero a propósito del territorio, una de las banderas que abrazó como presidente con su prohibición de construir en los primeros 500 metros de la costa. "Es imprescindible un pacto por el territorio, pero hay que tener claro para qué". Y evidenció que los pasos que está dando Feijóo en política territorial van en la dirección contraria a lo que, en su opinión, conviene a Galicia.

Tampoco disimuló en su despedida que discrepa con la posición que mantiene el PSdeG en el debate sobre las cajas. En una entrevista en este diario, Touriño subrayó "su apoyo sin fisuras" a Feijóo para fusionar las dos entidades bancarias y ayer redundó en el mensaje. Advirtió de que existen "elementos de alarma y el riesgo de que Galicia pierda su poder financiero" y recomendó "en la medida de lo posible" hacer "esfuerzos comunes" para evitalo.

Poco después de conocer su decisión, el líder del PSdeG, Manuel Vázquez, elogió la figura de su antecesor, señaló la fecha como "un día especial" porque "se va un símbolo, alquien que lo ha sido todo". Vázquez subrayó que el ex presidente dejá el "listón altísimo" y "pasará a la historia por su defensa de las políticas sociales". Tanto PP como BNG hicieron sendos reconocimientos a la figura del ex presidente y el propio Feijóo, según una nota de la Xunta, le agradeció su labor en "la defensa de los intereses de Galicia". Cuando, por la tarde, la noticia corrió por el hemiciclo, el pleno despidió con un aplauso en dos tandas, primero los diputados de PP y BNG, luego los socialistas, al ex presidente. Su silla la ocupará Carmen Cajide, diputada por Pontevedra.