El Everest del belcanto

La fille du régiment es esa ópera de Donizetti conocida porque incluye una de las arias para tenor ligero más difíciles del mundo, Ah! mes amis que jour de fête, con nueve do agudos, un auténtico Everest del belcanto. El tenor peruano Juan Diego Flórez la ha convertido en una de sus cartas de presentación y a partir de mañana la interpretará en el Liceo de Barcelona como protagonista, junto a la soprano italiana Patrizia Ciofi, de esta ópera en la que Ángel Pavlovsky hace su debut liceísta con un papel hablado. El showman interpreta a una ridícula aristócrata, la duquesa de Crakentorp, para la que, dice, se ha inspirado en "la duquesa más próxima que tenemos, la de Alba".

El Liceo presenta La fille du régiment, 16 años ausente de la programación del teatro, en una nueva producción que es copia del celebrado montaje escénico de 2007 del francés Laurent Pelly para el Covent Garden de Londres, el Metropolitan de Nueva York y la Ópera de Viena. Copia encomendada al propio Pelly, quien traslada a la I Guerra Mundial la acción de la ópera, originariamente ambientada en la época de las guerras napoleónicas.

"Por calendario, la producción original no podía estar en el Liceo y, como es la mejor que existe, hemos optado por copiarla", explicó Joan Matabosch, director artístico del Liceo. La puesta en escena de Pelly, coreografiada, bebe del mundo del tebeo, fórmula que le permite abordar el trasnochado patriotismo de la historia, cuyo argumento narra los amores de Marie, huérfana criada por el ejército francés, y Tonio, un joven tiroles que se alista en el ejército invasor para casarse con ella.

"Pelly ha hecho que esta ópera deje de ser la aria de los nueve do agudos para convertirse en La fille du régiment", asegura Juan Diego Flórez, quien ha cantado con este montaje en cuatro ciudades. Pavlovsky también alabó el trabajo de Pelly, se excusó con un "no quiero criticar a los colegas" cuando se le preguntó por la soprano Montserrat Caballé, quien interpretó el personaje en este montaje en Viena el día de su cumpleaños, y afirmó que tras el Liceo se dispone a "conquistar la Scala de Milán".