San José ingresa un 20% menos pero reduce sus pérdidas
El año de la salida a Bolsa del grupo constructor San José, cuando culminó la absorción de la compañía vallisoletana Parquesol y logró cerrar la refinanciación de su deuda, se ha saldado con unas pérdidas netas de 43,5 millones de euros, un 6% menos que los números rojos contabilizados en 2008. Sus resultados operativos (de explotación) de 2009 mejoraron hasta los 12,8 millones, frente a unas pérdidas de 9,1 millones de euros registradas un año antes. Todo ello en un contexto recesivo en cuanto a facturación, que le llevó a cerrar el año con una cifra de negocio de 1.083 millones de euros, un 19,7% menos que un año antes.
Miguel Zorita, consejero delegado de la compañía presidida por Jacinto Rey, explicó ayer que las pérdidas vienen derivadas del efecto de las amortizaciones y los deterioros vinculados a los activos inmobiliarios, que penalizan el resultado en 64,1 millones de euros. Sin tener en cuenta estos cargos, dijo el primer ejecutivo de la compañía pontevedresa, el resultado consolidado después de impuestos, que fue negativo al cierre de 2009 en 68,6 millones, hubiese sido positivo en 10 millones.
Incremento de deuda
San José comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores unos resultados en los que destaca, dentro de su pasivo, el incremento de la deuda con entidades financieras desde los 812 millones al cierre de 2008 hasta los 1.366 millones del año pasado. El resultado individual de la sociedad matriz del grupo dio la vuelta desde los números positivos de cinco millones en 2008 a unas pérdidas de 74 millones al cierre del año pasado.
Zorita explicó que la división de construcción redujo un 25% su facturación, hasta 910,1 millones de euros, una contracción que achacó tanto a la situación de mercado como a la estrategia del grupo de dar prioridad "a la gestión del riesgo y los márgenes sobre el volumen". El negocio inmobiliario registró unas ventas de 142,6 millones de euros, un 2,5% más, aunque su aportación a los resultados empeoró en un 43,8%, fundamentalmente por la rebaja de los precios de venta. "Pretender en estos momentos en España vender activos inmobiliarios y mantener los márgenes precrisis es imposible", dijo Zorita, quien estimó que el mercado residencial ha sufrido depreciaciones cercanas al 35% desde principios de 2007.
