Incidentes en País Vasco y Galicia

En Galicia, el Xynthia no fue tan intenso como el ciclón Klaus del año pasado, pero llegó a provocar ráfagas de viento de 196 kilómetros en las montañas de Ourense y de 147 en el campus de Vigo. La peor consecuencia del fenómeno meteorológico fue la muerte de una mujer de 82 años a causa del desprendimiento del muro de una nave en Vilar de Barrio (Ourense). En Tomiño (Pontevedra), un hombre resultó herido y tuvo que ser hospitalizado al caérsele encima un andamio. Los mayores desperfectos se produjeron en localidad turística de Sanxenxo, donde se desprendió por completo el tejado del pabellón de un instituto. A última hora de la tarde, 22.000 hogares sufrían cortes eléctricos por la caída de árboles y ramas en el tendido. Renfe suprimió desde las tres de la tarde los trenes de cercanías y media distancia en la comunidad, medida que se extendió después a otras comunidades.

Los embalses de la cuenca del Miño-Sil de Belesar, Os Peares, Pumares y Barrié de la Maza tuvieron que abrir sus compuertas. Dos superaban el 97% de su capacidad.

La Xunta de Galicia, que desplegó un dispositivo de más de 1.500 personas, pidió a la población que extremase la precaución. El número de emergencias 112 recibió 800 llamadas relacionadas con el temporal y la flota estuvo amarrada en todos los puertos. En el aeropuerto vigués de Peinador se cancelaron cinco vuelos y otro fue desviado.

En País Vasco, se contabilizaron ráfagas de 173 kilómetros en Vizcaya y de 105 en el centro de Bilbao. Alrededor de 30.000 clientes de Iberdrola en el País Vasco se encontraron sin luz debido al viento.

Hasta las seis de la tarde se registraron algunos incidentes, como la caída de una grúa sobre una casa de tres alturas y un frontón, ocurrida en la localidad guipuzcoana de Abaltzisketa, y un incendio forestal a media tarde en el monte Artxanda, a las afueras de la capital vizcaína. Cinco vuelos fueron cancelados.