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Los cordones son para todos

El Supremo tumba el decreto de Aguirre que permitía el uso privado de las células madres umbilicales

El Ministerio de Sanidad ha ganado definitivamente la batalla que mantenía con la Comunidad de Madrid en el asunto de los bancos privados de cordón umbilical. El Tribunal Supremo tumbó ayer definitivamente el decreto regional del 23 de marzo de 2006 que regula el funcionamiento de estos centros. La sentencia del tribunal considera nulo el decreto por ser contrario al ordenamiento jurídico.

Las células madres adultas del cordón umbilical son muy preciadas porque pueden generar los componentes principales de la sangre humana, de la médula ósea y del sistema inmunológico. De ahí que se guarden actualmente con vistas a ser utilizadas en un futuro con fines terapéuticos.

El enfrentamiento entre el Ministerio y la Comunidad se ceñía a la propiedad de la sangre del cordón umbilical. Para el Ministerio es un bien universal. La ley nacional vigente permite la existencia de bancos privados que almacenen esas células, pero se reserva el derecho de utilizarlas en caso de que alguien las necesite. El decreto de la Comunidad abría la posibilidad de que las familias guardasen el cordón para sí mismos, es decir, para ser utilizadas en transplantes autólogos. La norma de la comunidad chocaba por tanto con la estatal. La sentencia del Tribunal Supremo da la razón ahora al Ministerio.

Güemes: "La prohibición es un atentado a la libertad"

La decisión de los jueces no tendrá consecuencias en la forma de actuar de las empresas que guardan los cordones, entre otras cosas porque el decreto de la Comunidad estaba suspendido cautelarmente. La mayoría de ellas prefiere guardar en el extranjero, donde las familias sí pueden utilizarlas para uso privado sin que el Ministerio pueda hacer nada.

El consejero de Sanidad de Madrid, Juan José Güemes, dijo ayer que el Gobierno regional promoverá acciones para "equiparar" los derechos de los madrileños a los del resto de los europeos. En declaraciones a Efe, afirmó que el decreto aprobado por la Comunidad planteaba una situación que está permitida "en la mayor parte de los países europeos y en Estados Unidos". "La prohibición de depositar en bancos la sangre procedente del cordón umbilical es un atentado a la libertad", dijo Güemes, y aseguró que la decisión del Supremo obligará a los ciudadanos a enviar esta sangre a un banco en el extranjero.

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