"Me molieron a golpes", dice el rehén francés liberado
Delgado, con el pelo largo, estragado, violentamente envejecido, pero con buena salud, Pierre Camatte, de 61 años, el rehén francés secuestrado por Al Qaeda en el norte de Malí el 26 de noviembre y liberado el martes, aterrizó ayer en un aeropuerto militar situado en las afueras de París y, a pie de pista, dio algunos detalles de su cautiverio. "Era una prisión sin barrotes, en la que sólo tenía una manta. Cuando me secuestraron me resistí, pero me molieron a golpes. Y nunca me cuidaron, nunca tuve un médico, ni un medicamento. Cuando les pregunté quiénes eran se presentaron como miembros de Al Qaeda".
Con una camisa blanca, un pantalón vaquero y un amplio chaquetón pardo, aseguró que todos los días le amenazaban con el fusil o que, llevándose la mano a la garganta, le hacían el signo del degollamiento. El jueves, junto a Nicolas Sarkozy -que hizo escala en Malí dentro de un viaje africano para saludar a Camatte-, el recién liberado manifestó: "Cada día pensaba que podía ser el último".
"Me secuestraron cinco. Me ataron, me amordazaron y me pusieron en la trasera de un camión. Viajamos toda la noche", añadió. Camatte aseguró que nunca cometió una imprudencia, que jamás pensó que se había convertido en un objetivo terrorista, que lleva 15 años viajando a Malí y que no sabe si volverá. Camatte fue liberado después de que Malí pusiera a su vez en libertad a cuatro presos sospechosos de pertenecer a Al Qaeda. Tres días después del secuestro de Camatte fueron apresados en Mauritania, por el mismo movimiento terrorista, tres cooperantes españoles.
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