Arriola y Bilbao se comprometen a evitar nuevas 'guerras' por el metro

La segunda guerra del metro entre el Gobierno y la Diputación de Vizcaya acabó en la noche del lunes. Una reunión de más de tres horas entre el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y el diputado general, José Luis Bilbao, convocada a petición de éste último, zanjó la polémica suscitada el pasado miércoles cuando se había parado el plan de inversiones en el suburbano para este año. Finalmente, la solución pasará por varias de las fórmulas que planteó Transportes y queda como opción "de reserva" la propuesta que, tras la trifulca, lanzó la Diputación de endeudarse por su cuenta.

De hecho, el diputado general anuló la aprobación de un proyecto de norma foral, que iba a ratificarse en el Consejo de Gobierno de ayer, para validar el nuevo endeudamiento y suspendió la reunión convocada para el jueves en el Consorcio de Transportes de Vizcaya.

El pacto se fijó en una reunión entre ambos pedida por el diputado general

Arriola y Bilbao quisieron visualizar en una comparecencia pública un entendimiento que pocos días antes parecía imposible. El diputado general había calificado de "chapuzas" las propuestas que finalmente se han consensuado y achacó el conflicto al "desgobierno de Lakua". El Gobierno calificó a su vez a Bilbao de "prepotente" y el PSE lanzó uno de sus mayores ataques públicos contra el "caprichoso" diputado general, al que le achacó toda la responsabilidad. "La bronca tiene nombre propio y es José Luis Bilbao", dijo el jueves pasado el número dos de los socialistas vizcaínos Melchor Gil.

En un intento de mantener el protagonismo, el diputado general rectificó el viernes en sólo 48 horas y propuso, unilateralmente y sin comunicarlo al Gobierno, el endeudamiento de la Diputación en 66 millones para garantizar el plan de inversiones del metro. Sin embargo, la propuesta no fue del agrado del Ejecutivo y Bilbao, quien parece el más damnificado políticamente del conflicto, tampoco tuvo el apoyo público de su propio partido en la pugna: aparte de la comparecencia, el miércoles pasado junto a los alcaldes afectados por las obras del metro, sólo el primer edil de Getxo, Imanol Landa, ha salido en su defensa.

El sábado, según las fuentes consultadas por este diario, Bilbao llamó a Arriola para buscar un acuerdo antes de ayer, la fecha a la que le había emplazado Transportes para buscar una solución. La cita se concertó el lunes a las nueve de la noche y se prolongó durante más de tres horas. Antes de ella, la dirección del PSE vizcaíno y altos cargos de Transportes y Hacienda prepararon la reunión y fijaron sus exigencias. "Estuvimos cara a cara pensando en solucionar los problemas", apunt? ayer Bilbao, al tiempo que destacaba "el talante" de Arriola.

Del encuentro salió el compromiso de consensuar los asuntos relacionados con el metro y el propósito de que no haya un tercer conflicto, después de éste y el que se suscitó en junio pasado cuando Bilbao planteó que la Diputación iba a dejar de financiar las obras del suburbano.

Aunque esta última trifulca se resuelve con las propuestas del Gobierno, se incluye, como reserva, el endeudamiento planteado por la Diputación para que no haya ni vencedores ni vencidos. Además, el PNV mantiene a Bilbao como presidente del Consorcio de Transportes de Vizcaya (el órgano que gestiona las obras del metro) y como director general a Juan Cruz Nieves, también peneuvista y hombre de confianza de Bilbao, pese a que los socialistas tienen la mayoría de votos en el consejo.

"Espero que esto sea una anécdota", sostuvo ayer Arriola. "Quiero entender que ha habido un cúmulo de malentendidos", añadió y destacó que, además de garantizar la construcción del metro, se logra un "compromiso de colaboración" entre ambas instituciones. "Queremos pasar página", concluyó por su parte el diputado general.