Iberdrola elige dos nuevos consejeros para someter al voto de la junta al margen de ACS
La junta general de accionistas de Iberdrola, que se celebrará el 26 de marzo, promete estar animada. La razón: no cesa la pugna entre el equipo que encabeza Ignacio Sánchez Galán y el primer accionista de la eléctrica, ACS (12%). Sánchez Galán considera al grupo constructor un competidor que no puede estar en un consejo con el cartel de "completo" por mucho que lo solicite, y lo ha hecho tres veces en dos años.
Ayer, el consejo de la eléctrica anunció la dimisión de dos de sus consejeros "por razones personales" (José Orbegozo y Lucas María Oriol). Pero, lo que podría abrir hueco a ACS, está controlado. El consejo comunicó también que va a proponer a la junta la renovación de los consejeros que cumplen mandato -siete de 14, incluido el presidente Ignacio Sánchez Galán- más otros dos nombres para cubrir las vacantes anunciadas ayer. Los dos elegidos que se someterán a votación de la junta son María Helena Antolín y Santiago Martínez Lage, ambos consejeros de la filial Iberdrola Renovables. Tendrán la consideración de externos independientes.
Así, si ACS quiere hacer valer su paquete accionarial, tendrá que proponer a la junta un nombre para entrar en el consejo y cubrir el puesto que le correspondería en proporción a su paquete si no cambia la Ley de Sociedades Anónimas y se mantiene la limitación de voto en el 10%. Y en las juntas, ya se sabe, las cosas suelen estar bajo control.
La eléctrica someterá también a la junta el nuevo sistema de retribución al accionista, que podrá elegir entre cobrar el dividendo en efectivo, en acciones o en derechos sobre acciones. Para su puesta en marcha, la junta deberá aprobar una ampliación de capital con cargo a reservas por un importe máximo de 1.866 millones, que se realizará en dos tramos.
El primero de ellos, por un importe de hasta 1.048 millones, correspondería al pago del dividendo complementario de 2009, mientras que el segundo se destinaría al pago a cuenta del dividendo de 2010.
