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Moda
Columna
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La era de lo inmediato

Eugenia de la Torriente

En un caso de ceguera histórica, la tecnología e Internet no contaban para la industria hace menos de un año. Las marcas tenían páginas escleróticas y los diseñadores alardeaban de analfabetismo informático. Ahora, con el fervor un tanto histérico que adorna al sistema, todo lo que suene a tecnología se saluda como una panacea.

Ayer, Lydia Delgado presentó una colección inspirada en su hija Miranda Makaroff y Gala González, amigas y residentes en la blogosfera. Incluso, salió a saludar con ellas. Hasta tal punto llega la sublimación de todas las cosas tecno que no está claro quién saca más partido de esa foto. Si la diseñadora consagrada se beneficia de la creciente influencia de las chicas o si éstas se promocionan con esa exposición mediática. Algunas blogueras -un gremio que por primera vez dispone en Cibeles de una sala propia para actualizar sus diarios digitales- apuestan por lo primero. Han sido 18 las bitácoras seleccionadas bajo un criterio cuantitativo: más de 2.000 visitas diarias. La medida demuestra hasta qué punto el sistema acepta y fomenta el fenómeno. Por mucho que algunos se rasgaran las vestiduras al ver a Tavi Gevinson, célebre bloguera de 13 años, en primera fila del último desfile de alta costura de Dior.

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En la rueda del destino

Miriam Díaz-Alersi Roldán, periodista de 29 años, lleva el ordenador en la falda en los desfiles de Cibeles y actualiza en directo www.elblogdemoda.com. Iniciativas como ésta o como la emisión en streaming -ya casi obligatoria en la reciente Semana de la Moda de Nueva York- han dejado obsoleto el modelo de presentación y producción de la moda. A medida que la información está disponible instantáneamente en todo el globo se hace más difícil convencer al consumidor de que, una vez visto algo, debe esperar seis meses para comprarlo. Para cuando la ropa llega a las tiendas, la idea ya ha sido tan usada que parece de segunda mano. El original acaba pareciendo la copia de su copia.

Tratar de salvar esa distancia se ha convertido, por lo tanto, en la obsesión de la industria. Ana Locking fue una de las primeras en comprender el potencial de la Red. Hace dos temporadas se puso a la venta en Yoox.com -y casi de inmediato- una selección de prendas de su desfile. Ayer, en paralelo a su colorista propuesta, anunció que en marzo venderá en Buyvip.com una colección cápsula de similar inspiración. "Internet me ha salvado. Todo es mucho más fácil", apunta la diseñadora. "Incluso acortas el tiempo necesario para seducir al cliente. Es el triunfo de la inmediatez". El signo de nuestra era.

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