Clases sobre ETA a la policía portuguesa
120 agentes reciben cursos sobre la banda tras el hallazgo del polvorín de Óbidos
Mientras los ministros del Interior y los jefes policiales de España y Portugal evaluaban el jueves en el Fuerte de São Julião da Barra el alcance de la presencia de ETA en territorio luso, unos 120 oficiales de todos los cuerpos de seguridad portugueses recibían las primeras clases sobre la banda. El ministro portugués, Rui Pereira, confirmó la noticia en presencia de su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba. La decisión supone un giro de 180 grados en la postura oficial de las autoridades portuguesas, que hasta fecha reciente negaban cualquier presencia de ETA en su territorio.
La primera clase tuvo lugar en la Escuela de la Guardia Nacional Republicana (GNR), en Queluz, y fue impartida por miembros del Servicio de Información y Seguridad. Los alumnos eran todos oficiales e inspectores de Información y Operaciones de la GNR, las policías de Seguridad Pública y Judicial y del Servicio de Extranjería y Fronteras. Fuentes policiales indicaron que en la primera clase se abordó la manera de operar de ETA, su estructura organizativa, el perfil de sus dirigentes, métodos de desplazamiento, qué es un zulo, y los componentes de los explosivos que usa...
Los cursos sobre las interioridades de ETA son un ejemplo del nuevo enfoque de las autoridades de Lisboa a la lucha antiterrorista. El hallazgo de un polvorín de ETA en una aldea portuguesa junto a Óbidos, días después de la detención de dos etarras que huían de la Guardia Civil, puso de relieve que la banda pretendía instalar una base operativa en Portugal. Pese a las declaraciones de intenciones y a los compromisos alcanzados en las cumbres hispano-lusas, la cooperación bilateral en materia de investigación antiterrorista ha sido escasa. El protocolo para la constitución de equipos de investigación y actuación conjuntos, que en Francia funcionan con éxito, nunca se ha aplicado en Portugal, según admiten fuentes policiales. En 2006, hubo un intento de crear un equipo conjunto para la persecución de un barco con droga localizado en un puerto portugués. No fue posible por la oposición de la Fiscalía portuguesa, añaden las fuentes.
La excelente cooperación policial hispano-lusa, que incluye cursos de formación en Madrid, no va acompañada de una colaboración eficaz en el ámbito de la investigación, fundamental en la lucha antiterrorista. Pereira y Rubalcaba admitieron que en este terreno no se puede avanzar en Portugal sin la autorización previa de la fiscalía, lo que entorpece y dificulta en muchos casos la celeridad de las acciones necesarias.
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