El PSE rechaza poner en cuestión los símbolos de Euskadi

El PSE-EE ventiló ayer con un único y rápido capotazo de su portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, la pretensión de UPyD de que la Cámara instase al Gobierno a modificar el escudo oficial de la comunidad autónoma. Su parlamentario, Gorka Maneiro, pedía la eliminación del cuartel vacío que mantiene el distintivo desde que en 1985 el Tribunal Constitucional ordenase la supresión de las cadenas de Navarra.

Los socialistas eligieron la cuestión para hacer patente su intención de alejarse de nuevos debates en torno a los símbolos de Euskadi, generadores de conflictos identitarios. El PSE quiere huir de elllos porque dejan en segundo plano cualquier otro debate y contradicen su intención manifestada de terminar con ese tipo de enfrentamientos, permanentes con los gobiernos anteriores. UPyD insiste deliberadamente en ese terreno, que emplaza a los otros dos partidos constitucionalistas para aventar contradicciones o supuestas renuncias de socialistas y populares.

En una brevísima intervención, Pastor aseguró que había manejado la idea de no llegar siquiera a intervenir en el debate, pero lo hizo durante poco más de un minuto para tachar la discusión de "extravagante y anacrónica". Añadió que es "vergonzoso" que su proponente, Gorka Maneiro, a quien calificó de "recién llegado que quiere sacar cabeza con estas cosas", hiciese "perder el tiempo" a la Cámara. "No vamos a participar a partir de ahora en el debate", anunció antes de regresar a su escaño.

Con esta actitud de los socialistas, el PP se quedó solo secundando la iniciativa de UPyD, pese a saberla condenada al fracaso. Su portavoz, Leopoldo Barreda, quien anunció el sí de su grupo tras reconocer que no había ni ilegalidad que corregir, ni "urgencia" ni "demanda social", pareció forzado en su intervención. "No es una preocupación con la que se levanten todas las mañanas los ciudadanos", llegó a decir. Barreda, a cuyo partido emplaza y busca dejar en evidencia principalmente UPyD con estas cuestiones, lo mismo que con las lingüísticas, sostuvo que el mantenimiento del cuartel vacío en el escudo revela "una voluntad de anexión" sobre Navarra.

Los parlamentarios de EB y EA optaron por intervenciones tan breves como la de Pastor, y en la línea de negar la existencia de problema alguno. Los portavoces de Aralar, Mikel Basabe, y del PNV, Andoni Ortuzar, coincidieron en recordar que el escudo lo adoptó en 1978, procedente del Gobierno vasco de la guerra civil, el Consejo General Vasco presidido por el socialista Ramón Rubial, en el que se sentaron todas las formaciones democráticas del momento.

Ambos recurrieron a la ironía para desautorizar la iniciativa, pero Ortuzar fue bastante más lejos pese a saber que la propuesta estaba destinada al fracaso por la oposición del PSE: "Deróguenlo todo, da igual", dijo. "Cuando la mayoría social y política de este país esté nueva y legítimamente representada aquí ya lo cambiaremos otra vez. No pasa nada", añadió.

El Parlamento aprobó con la abstención de Aralar una proposición sobre la puesta en marcha del Consejo de Víctimas del Terrorismo, cuyo decreto de creación aprobará el Gobierno el próximo martes y que echará a andar en marzo, según desveló el PSE. Para presidirlo el Gobierno busca a una persona de reconocido prestigio que suscite consenso en partidos y asociaciones.