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LA NUEVA 'GUERRA' DEL METRO

Transportes plantea a Bilbao varios planes financieros para seguir las obras

El PSE lanza uno de sus mayores ataques contra el "caprichoso" diputado general

El Gobierno tiene sobre la mesa varias soluciones económicas para solventar el nuevo conflicto abierto con la Diputación de Vizcaya por las obras del metro, pero considera, al igual que el PSE, que la institución foral debe "mover ficha" primero. La guerra institucional reabierta sumó ayer duras críticas del Gobierno y, sobre todo, del PSE contra el diputado general, José Luis Bilbao, al que hacen directamente responsae hacen directamente responsable de la situación. "Se han cerrado en banda con una actitud de prepotencia que me sorprendió", aseguró ayer el consejero de Economía Carlos Aguirre. El número dos del PSE vizcaíno, Melchor Gil, se mostró muy duro con el diputado general, por su "más absoluto desprecio hacia todo lo que suponga contrariar sus caprichos".

El PSE opina que "la bronca tiene nombre propio, y es José Luis Bilbao" La institución foral replica que ninguna propuesta "es razonable"
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Las críticas no sentaron nada bien en la institución foral, que cree que "estas descalificaciones de brocha gorda" dificultan resolver el problema: cómo garantizar las obras del metro de este año tras haber rechazado el Ejecutivo el miércoles las cuentas del Consorcio de Transportes de Vizcaya porque incluían un endeudamiento de 127 millones, 66 millones por encima del límite legal establecido. "Que den la cara ante los vecinos" que esperan la llegada del metro, espectó a los socialistas un portavoz de la Diputación.

El Ejecutivo ve factible una solución ante lo que califica de "cuestión técnica" e insiste en que una ley aprobada bajo mandato de Ibarretxe impide al Gabinete apoyar un endeudamiento que no se haya comunicado antes del 15 de noviembre, como ha ocurrido en este caso. Transportes planteó el miércoles varias soluciones, como que cada institución -Gobierno y Diputación financian el suburbano a partes iguales- dedique más dinero, ampliar los años para pagar la deuda o incluso un endeudamiento a corto plazo.

Transportes mantiene que "hay soluciones" que no afecten a la marcha de las obras del metro este año, entre ellas disponer de remanentes de dinero existentes en las cuentas del Consorcio "o el que todos los años nunca se ha ejecutado el 70% de la obra presupuestada", señalan fuentes del Ejecutivo, que insisten en que "se van a garantizar las obras". Tres serían los municipios afectados: Getxo, Santurtzi y Basauri.

En la búsqueda de esas soluciones se quiere implicar a la Diputación, que, pese a ello, sigue empeñada en que el endeudamiento debe ascender a 127 millones. "No ha habido ninguna propuesta razonable", insistió ayer un portavoz foral, lo que no hace prever un pronto acuerdo.

Sea cual sea la solución, está claro que el plan financiero del metro, con un marco estable desde 1989, deberá cambiar, porque en noviembre Vizcaya pidió rebajar su aportación anual de 42 a 35 millones de euros por la crisis, propuesta que aceptó el Gobierno. Por eso, la financiación a plazos del suburbano, que se extiende ahora hasta 2029, deberá cambiarse por cuarta vez.

El PSE, que tiene mayoría en la dirección del Consorcio de Transportes, se ha planteado destituir a su actual presidente, José Luis Bilbao, aunque esperará la respuesta foral "de los próximos días" y ahora se inclina por mantener el "acuerdo de caballeros" entre los socialistas y PNV, que le mantiene en ese puesto.

Los socialistas arremetieron ayer con suma dureza contra Bilbao por boca de Melchor Gil, dirigente muy próximo al lehendakari, Patxi López. Gil acusó al diputado general de "avivar el enfrentamiento, azuzar los sentimientos y enervar las relaciones en la idea de que eso le reporta algún beneficio electoral particular".

Gil acusó a Bilbao de ser "incapaz de respetar las mayorías democráticas y colaborar lealmente por paliar y no agravar los efectos negativos de la crisis". "Ha dejado claro que es el diputado general de sólo una parte de los ciudadanos de Vizcaya", y que el territorio "es una excusa para su proyección política". "La bronca tiene nombre propio, y es José Luis Bilbao", concluyó Gil, y "quizás se calme cuando el PNV, tenga decidido su candidato a lehendakari".

El tenso Consejo del miércoles también afectó a otros asuntos, como crear una comisión técnica para definir el billete único en Vizcaya, consensuada entre ambas instituciones. La diputada de Transportes, Pilar Ardanza, presentó la propuesta, pero fue reconvenida por el propio Bilbao. "Esto no toca hoy", dijo, y el asunto quedó sobre la mesa.

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