Caballero: "Toda Galicia se ríe de que Feijóo proponga dos sedes de cajas"

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, dijo estar convencido ayer de que "toda Galicia se ríe" de las declaraciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que en una entrevista a EL PAÍS el pasado domingo, garantizó que mantendrá dos sedes, en Vigo y A Coruña, si las cajas se fusionan. "Mintió a sabiendas", le acusó Caballero: "Cualquier sociedad mercantil sólo puede tener un domicilio social, es de primero de Derecho". El alcalde tiró sus dardos contra la que calificó como "falsedad manifiesta", y retó a Feijóo a someterse a un cara a cara ante los focos de los medios de comunicación: "Que lo aclare todo conmigo".

Ningún miembro del Gobierno contestó ayer a Caballero en la víspera de un día importante para el futuro de la Lei de Caixas. Hoy, representantes de las consellerías de Facenda y Presidencia mantendrán dos reuniones en el Ministerio de Política Territorial. La primera, por la mañana, abre las negociaciones sobre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que, según el Ejecutivo autónomo, invade competencias de Galicia. La segunda, por la tarde, abrirá la negociación sobre la Lei de Caixas. En ambos casos la Xunta está dispuesta a ceder siempre que no se limiten competencias que sí fueron admitidas en otras comunidades.

El alcalde de Vigo asegura que el presidente "mintió a sabiendas"

Las cajas gallegas no cumplirían todos los requisitos del fondo de rescate

Aunque las trabas legislativas no son el único escollo de la fusión. La comisión rectora del fondo de rescate aprobó hace apenas dos semanas nuevas directrices que regirán la inyección de dinero del FROB, imprescindible para la integración de Caixa Galicia y Caixanova. Esas reglas establecen condiciones en cuanto a la calificación crediticia que pocas cajas en proceso de integración logran cumplir en estos momentos.

Con el objetivo de dotar de mayor solidez a las entidades resultantes de las fusiones, el Banco de España ha optado por elevar el listón y fijar en la norma que las cajas que soliciten ayudas al FROB (en el caso gallego serían 1.190 millones) deben tener un rating mínimo de A con perspectiva estable o positiva. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la opinión de las agencias de calificación sobre la capacidad y la disposición de una entidad de cumplir puntualmente los pagos derivados de un instrumento de deuda, tiene unas escalas. Y el techo que solicita el Banco de España, uno de los más altos, apenas lo cumplen actualmente las cajas españolas.

El rating, que, por ejemplo, para la empresa Moody's va desde AAA hasta C, en escala decreciente y en función de la solvencia, comprende 21 grados. La categoría más elevada combina la triple A para pasar por varios estratos hasta llegar a la de peor grado.

Desde mediados del año pasado, cuando Moody's, rebajó de golpe la calificación de una treintena de entidades españolas, este requisito se ha convertido en un escollo para la mayoría de la banca a la hora de acceder al FROB. También lo sería para Caixa Galicia y Caixanova.

A día de hoy, además, la exigencia no la cumplen ni la unión de Caixa Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu, ni la de Caja Duero y Caja España, ni la de Caixa Laietana y Penedès. Tan sólo estaría en disposición de acudir al fondo de ayuda la operación de Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona.

Desde el Banco de España mantienen que este indicador no será el único que se tendrá en cuenta y que el supervisor estimará en cada caso qué entidades se encuentran en situación de fortaleza o debilidad cuando no alcancen el citado nivel. En todo caso, todo parece indicar que el incumplimiento de este requisito se traducirá en unas condiciones más duras a cambio de las ayudas, en términos de cierre de oficinas y de dotación a la obra social.

La normativa del FROB plantea una serie de requisitos alternativos que las entidades embarcadas en fusiones sí podrían cumplir, aunque en ningún caso dice que sean sustitutivos del de "tener un rating mínimo de A con perspectiva estable o positiva". Desde la Consellería de Facenda admiten que una "interpretación restrictiva" de la norma puede impedir que la fusión gallega tenga ayudas del FROB, pero en cualquier caso aseguran que "otros de los requisitos planteados se cumplen en el caso de las cajas gallegas y no habría inconveniente técnico en solicitar los fondos". Advierten de que la "farragosa redacción" de la norma hace todavía más difícil evaluar sus criterios.