El Arriaga rinde homenaje al compositor Manuel García

Lo que más le llamó la atención de L'Isola disabitata fue su sobrenombre; ópera de salón. "Es maravilloso que un hombre cree una ópera para representar con sus alumnos en el salón de una casa". El director artístico del Teatro Arriaga, Emilio Sagi, se decidió por apadrinar la representación de una de las obras de Manuel García, compositor y tenor andaluz del siglo XIX, más que por la historia ("no me interesaba mucho"), por la composición musical. "Una joya lírica", ideada en 1831 y recuperada del cajón del olvido en 2005.

La composición narra como Gernando es secuestrado por los piratas, y su esposa, Constanza, y la hermana pequeña de ésta, Silvia, se ven solas en una isla desierta. "Personajes abandonados en una isla, pero abandonados humanamente, que no encuentran el cómo salir de esa soledad que podemos tener todos los seres humanos", apuntilló ayer Sagi en la rueda de prensa de presentación de la ópera.

Junto a Sagi, en el proyecto participan Daniel Bianco, director artístico adjunto del Arriaga; Rubén Fernández Aguirre, director musical y pianista; Carlos Roó, ayudante de dirección; Gerogina Barrios, maestra repetidora y Pepa Ojuren, responsable del vestuario. "Es un montaje muy moderno", según detalló Sagi, "el vestuario es casual, entre new romantic y glam rock".

La ópera, compuesta para cuatro voces -soprano, mezzosoprano, tenor y barítono- y acompañamiento de piano se representará por primera vez en Europa en el Teatro Arriaga del 11 al 14 de febrero.

El proyecto está coproducido con el Teatro de la Maestranza de Sevilla y cuenta con un reparto doble para, según sus responsables, impulsar el talento de los ochos solistas y garantizar, al tratarse de una "ópera difícil", la representación de todas las funciones.