Los líderes de PNV, PSE y PP alimentan la duda sobre los pactos en Álava
Los líderes de las tres principales fuerzas políticas de Álava, Alfonso Alonso (PP), Txarli Prieto (PSE) e Iñaki Gerenabarrena (PNV) mantuvieron ayer su primer encuentro público desde las últimas elecciones forales y municipales. Invitados por la Cadena Ser, la cita se caracterizó por la cordialidad, a pesar de las conocidas fricciones entre los líderes popular y socialista, mientras que, con cierta delectación, Gerenabarrena contemplaba desde una distancia pretendidamente inocente. "No quiero ir de Teresa de Calcuta" repitió en más de una ocasión.
Tras cerca de una hora de conversación, quedó claro que se mantiene la incertidumbre sobre el futuro político del territorio vasco menos nacionalista, pero en el que el PNV cuenta con un mayor peso institucional: gobierna la Diputación y condiciona el Ayuntamiento de Vitoria.
Alonso comenzó el encuentro, porque no quedaba más remedio (Gerenabarrena no había llegado), comentando los titulares de la prensa con el socialista Txarli Prieto, y terminó en charla íntima con el líder nacionalista. Recordaba el reciente encuentro en Guipúzcoa entre el peneuvista Joseba Egibar y el popular Borja Sémper.
Eso sí, los tres líderes mostraron su voluntad de gobernar. "El PSE no está cómodo en esta situación; queremos gobernar la Diputación y el mayor número de municipios en Álava", comentó Prieto. Por su parte, Alonso denunció que el acuerdo entre PNV y PSE en Álava "no ha funcionado, sólo ha servido para quitar al PP", a lo que Gerenabarrena le respondió que el PP tiene la culpa de su soledad en Álava.
Quizás por ello, Alonso se mostró el más decidido a la hora de hablar de acuerdos de futuro para las instituciones alavesas. "El pacto da estabilidad y más transparencia", apuntó. Y se arriesgó a apostar por un futuro entendimiento del PP con el PSE en Álava. "Txarli y yo podemos discutir mucho de la política en España y Álava, pero el pacto estará por encima de esas dificultades".
El dirigente socialista recordó que la política vasca, caracterizada de siempre por el pacto que reivindicaba Alonso, debate ahora sobre los problemas de los ciudadanos, "lejos del discurso identitario". Y, aprovechando que se hablaba de todos los temas, también salió el conflicto de la Caja Vital en los tribunales, a instancia del PP, mientras PNV y PSE compartían argumentos.
