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El futuro inmediato de un museo

Contador a cero para Balenciaga

Tras años de polémicas y supuestos delitos, las instituciones suman esfuerzos para asegurar la apertura del centro

Sonsoles Díez de Rivera, hija de la marquesa de Llanzo, íntima amiga del modisto Cristóbal Balenciaga (1895-1972), y ella misma vicepresidenta de la fundación que lleva el nombre del modisto guipuzcoano, cuenta por teléfono a EL PAÍS, lejos del hermetismo que ha caracterizado a los patronos de la entidad los últimos dos años, que no ve el momento de que se haga realidad el Museo Balenciaga de Getaria. "Ha sido una lucha tremenda: No me lo voy a creer cuando lo vea; tendré que pellizcarme. Hay mucha expectación en el mundo con esta inauguración", indica. Todo apunta a que ese momento será en abril de 2011, un mes antes de las próximas elecciones municipales.

¿Le hubiese gustado a Balenciaga tener expuestas sus prendas en un museo en Getaria? "Era una persona tan modesta que creo que estaría horrorizado. Una persona que jamás dio una entrevista en su vida, no es una persona a quien le guste mostrarse en público. Pero su legado tenía que salir al mundo, sobre todo en su país, donde era mucho menos reconocido pese a llevar la costura a cotas de perfección", contesta Díez de Rivera, quien compartió confidencias con el modisto y ha donado muchos de los vestidos que con tanta veneración su madre y ella disfrutaron.

Urgell espera que Cultura entre en la fundación el próximo verano
A punto de acabar las obras, se prevé la inauguración para abril de 2011
Tres cubos suspendidos en el aire albergarán 80 prendasTras
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Tras años de turbulenta gestión con irregularidades, intereses políticos, denuncias por supuestos delitos y sobrecostes que ensombrecieron un proyecto que nació en los ochenta ?a partir de un sueño que germinó en el Palacio Aldamar de Getaria y se presupuestó en 4,8 millones?, el museo se halla ahora más cerca que nunca de llegar a buen puerto.

La Sociedad Berroeta Aldamar, constituida por la Diputación de Guipúzcoa, el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Getaria para gestionar las instalaciones, y la Fundación Balenciaga, con el Ministerio de Cultura como motor económico, coinciden en que sólo hay una dirección: finalizar las obras e inaugurar el centro. Para ello, y pese a la crisis, la Diputación destinará este año casi 300.000 euros, el Gobierno vasco, 500.000, y el ministerio, 2,8 millones. La cifra prevista era menor, pero se amplió gracias a una enmienda del PNV en el Congreso. En total, la Diputación y el Gobierno vasco han invertido 9,5 millones de euros cada uno en el proyecto desde el año 2006.

Saneadas las cuentas, Diputación y Ejecutivo autónomo quieren integrarse en la Fundación Balenciaga para asegurar la gestión. "Hemos llegado a un acuerdo con el ministerio para entrar a formar parte de la fundación. El acuerdo político es firme, pero para que se haga realidad la fundación tiene bastantes deberes que hacer. Entre ellos, administrativos: poner al día los registros y empezar de cero con situaciones que tienen pendientes de la etapa anterior", señala María Jesús Aramburu, diputada de Cultura.

En igual sentido se ha manifestado la consejera de Cultura, Blanca Urgell: "Hemos trazado una hoja de ruta para ver qué fórmula utilizamos, porque tiene su complejidad legal". Su departamento espera sumarse a la fundación en verano. El Ministerio de Cultura también apoya la presencia de las instituciones públicas como garantía para una buena gestión. Sobre el modelo jurídico a seguir, Aramburu señala como referente el del Guggenheim, "por cercanía y porque funciona bien, pero aún no hay nada decidido".

Ninguna de las tres instituciones quieren hablar de las secuelas que ha dejado el escándalo de corrupción en que se ha visto inmerso el museo. El proceso judicial abierto contra Mariano Camio, ex alcalde peneuvista de Getaria, acusado de falsificación de documentos, engaño y uso indebido de dinero, sigue en fase de instrucción tras la querella criminal que interpusó la Fiscalía de Guipúzcoa en 2008. Falta que declare el arquitecto cubano Julián Argilagos, en paradero desconocido.

Lo único tangible, de momento, es el caparazón de vídrio que envuelve la estructura del museo. Las obras finalizarán esta primavera, aunque podría haber sido antes, según Berroeta Aldamar, pero se han ralentizado para dar margen a que la fundación apruebe el proyecto museográfico. La firma Gestión Cultural K6 se encarga de adaptar la exposición a un "edificio complicado, porque el vídrio no es muy adecuado para contener colecciones textiles", comenta Cristina Aguirre, directora del proyecto de contenidos.

Tres cubos suspendidos en el aire albergarán la colección permanente, con 80 prendas. Se han seleccionado 251 piezas de entre las casi mil custodiadas en un edificio de Getaria, para poder hacer rotaciones cada seis meses y asegurar la conservación de los tejidos. "Será un recorrido temático individualizado, para que el público descubra paulatinamente las obras de Balenciaga", explica Aguirre, para quien fabricar los maniquíes a medida para las prendas será una tarea titánica.

Plano para no perderse

- Inicios. Durante los años ochenta y noventa, el museo es un proyecto modesto, en el Palacio Aldamar, con un presupuesto de 4,8 millones.

- Etapa 'negra'. La construcción de la ampliación del museo se ve envuelta en irregularidades, denuncias y sobrecostes que saltan a la luz en 2007. El ex alcalde de Getaria Mariano Camio, del PNV, es el principal imputado.

- Inyección económica final. La Diputación destina 300.000 euros, el Gobierno vasco 500.000, y el ministerio 2,8 millones para finalizar el proyecto.

- Inauguración. Está previsto que en abril de 2011 se vea ya la obra del modisto.

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