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La reforma financiera se estanca en Estados Unidos

La negociación de la reforma del marco regulador de la industria financiera acaba de caer en un peligroso punto muerto en el Senado de EE UU. El bloqueo se produce días después de que se debatiera en la Cámara la propuesta de Barack Obama para prohibir a los grandes bancos que se embarquen en operaciones especulativas con el dinero garantizado en sus depósitos.

Christopher Dodd, presidente del comité bancario, dio ayer por imposible alcanzar un acuerdo "bipartidista" sobre el borrador que presentó en noviembre. Y, como resultado de la confrontación con la oposición republicana, se ve obligado a elaborar una versión más moderada que le permita garantizarse el apoyo necesario para esquivar a los más conservadores.

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Richard Shelby, líder de los republicanos, dice que está dispuesto a negociar. Pero no sobre la primera propuesta, porque cree que las nuevas reglas restringirán el crédito. Dodd quiere presentar el nuevo texto antes de final de mes. En ese nuevo documento podría quedar descafeinada la creación de una agencia que proteja al consumidor de los abusos en los productos financieros.

Coto a los excesos

El paquete que fue aprobado a final del pasado año por la Cámara de Representantes incluye esa agencia. Es uno de los pilares de la propuesta original de Obama. También está por ver si encaja la idea de la Casa Blanca para levantar un muro entre las actividades de la banca comercial de la de la banca de inversión, que fue recibida con cautela en las dos filas.

La reforma pretende poner coto a los excesos que pusieron al sistema financiero al borde del colapso, entre ellos las primas millonarias a los ejecutivos de Wall Street. Esas primas se ven como uno de los factores que animaron a asumir más riesgos de los debidos. Precisamente ayer, JP Morgan Chase hizo público el paquete de remuneraciones de su consejero delegado.

James Dimon, con un sueldo base de un millón de dólares (735.000 euros), será premiado con 16,1 millones por su trabajo en 2009, de los que 7,6 millones se le abonan en títulos que no podrá vender antes de tres años y 8,5 millones en opciones sobre acciones. Dimon no recibirá ningún bonus en efectivo. Estas primas son un 41% más bajas que el récord que se alcanzó en el año 2007.

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