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30 años esperando el nuevo hospital

Hoy se inaugura el centro de Sant Joan Despí que dará servicio al Baix Llobregat

El Hospital Comarcal Moisès Broggi de Sant Joan Despí iniciará su andadura hoy lunes con la llegada de los primeros pacientes al área de consultas externas. Con su apertura oficial, a finales de mes, el centro colmará 30 años de reivindicaciones de los vecinos del Baix Llobregat. "En 1979 ya se habló de la necesidad de un hospital. Se cedieron los terrenos a la Generalitat y se prometía en cada legislatura, pero las obras no empezaron hasta 2005", explica Antoni Poveda, alcalde socialista de Sant Joan Despí.

Durante las tres décadas transcurridas desde el primer proyecto hasta su construcción, los vecinos no se han cruzado de brazos: recogida de firmas, concentraciones y protestas periódicas han ido recordando a las autoridades la necesidad de este equipamiento, como destaca el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos del Baix Llobregat, Julio Jiménez: "Sin la presión de los vecinos, este hospital no se habría construido". "Ponemos fin a carencias históricas", acentúa Poveda.

Hoy lunes se abrirán las puertas del nuevo centro, aunque sólo con las consultas externas, que servirán para tomar el pulso a las instalaciones. La prueba de fuego llegará el 25 de febrero, cuando se inaugure urgencias. Toda la maquinaria asistencial se pondrá en marcha. Hasta 300.000 habitantes de 11 municipios del Baix Llobregat (Cervelló, Corbera, Cornellà, Esplugues, Molins de Rei, La Palma de Cervelló, El Papiol, Sant Feliu, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Vallirana), serán atendidos en el recinto, situado junto a los estudios de TV-3.

Con una inversión de 118 millones de euros, el Moisés Broggi dispondrá de 310 camas convencionales, 18 de UCI y 12 quirófanos. Contará también con una cámara hiperbárica y un área de recuperación con oxígeno que en Cataluña sólo tiene el hospital de Palamós (Baix Empordà). Pediatría seguirá dependiendo de Sant Joan de Déu.

El centro iniciará su andadura con 600 personas, y prevé llegar a los 1.000 trabajadores a corto plazo. Es un hospital nuevo, pero con personal experimentado, procedente de centros del Consorci Sanitari Integral -ente que gestionará el Moisés Broggi-. El 70% de los doctores se trasladarán del barcelonés Dos de Mayo, que ha atendido hasta ahora al grueso de los pacientes de la zona, y el 15% del Hospital de la Cruz Roja, de L'Hospitalet. El resto se cubrirá con nuevas contrataciones.

Pese a que compaginará sus primeras visitas con el fin de las obras -aún falta ajardinar los exteriores- las instalaciones se presentan relucientes y preparadas para el primer día. El diseño del hospital, centrado en buscar la máxima eficiencia ecológica, enorgullece a sus valedores. Diseñado por el estudio Pineda-Brullet, el edificio se asemeja a un peine, con una gran ala cruzada por cuatro brazos. La distribución permite aprovechar al máximo la luz natural.

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Hasta 10 líneas de autobuses y dos estaciones del Trambaix tienen parada en la zona. Cuenta, además, con un aparcamiento de pago de 700 plazas.

Más equipamientos

Los vecinos del Baix Llobregat tenían poco donde escoger en materia hospitalaria. La mayoría debían ser atendidos en L'Hospitalet y en Barcelona. Pero en verano se inaugurará el hospital de Sant Boi, de 220 camas, referente para los municipios del centro de la comarca, además de ofrecer servicios de pediatría al Garraf.

Además, el Plan Director de Salud prevé, a largo plazo, otro centro en Martorell, de 181 camas y seis quirófanos. El de Viladecans, que depende del Instituto Catalán de la Salud, también se reformará.

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