16.000 perceptores de ayudas públicas hallan trabajo en un año

"No se trata de un colectivo acomodado", insisten desde el Gobierno. Cerca del 50% de las personas que hace ahora un año cobraban la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) -la antigua renta básica- habían abandonado los servicios asistenciales para finales de 2009. El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales ha confirmado que de los 33.910 perceptores de esa ayuda registrados en enero de 2009, practicamente la mitad ya no estaban registrados en el sistema en diciembre. Con todo, el número total de perceptores de dicha subvención no sólo no ha descendido, sino que aumentó hasta las 48.489 personas a finales de año por el agravamiento.

Fuentes de Empleo precisan que al menos unos 16.000 ciudadanos acogidos a dicho subsidio, el principal que concede el Gobierno a los personas en dificutades, encontraron a lo largo del año pasado algún tipo de trabajo que les permitió abandonar los sistemas de asistencia social. "Ha sido un periodo muy duro desde el punto de vista del desempleo y las cifras lo describen a la perfección, pero el análisis de sus individuos permite concluir que no se trata de un colectivo resignado a la ayuda pública", asegura el director de Inclusión Social, Pedro Sánchez.

Empleo insiste en que "no se trata de un colectivo acomodado"

Por provincias, Guipúzcoa es donde se registraron más perceptores del nuevo subsidio, con un 40% más entre enero y diciembre pasados, mientras que en Vizcaya y Guipúzcoa no se sobrepasó el 36%. El reingreso en el mercado laboral resultó más o menos similar en las tres provincias.

El Gobierno resalta que el dato de reinserción laboral es "muy importante", pues ofrece la dimensión de la RGI y reafirma su función: dar cobertura y ayuda económica a quien lo necesita, para, mientras tanto, formarle y devolverle al mercado laboral. "Es todo lo contrario a permitir que los perceptores conviertan su situación en un modus vivendi", aseguran las fuentes informantes.

El colectivo que representa ese 50% que se ha reintegrado al mercado laboral es el más cuantioso, pues de la otra mitad, "casi el 30% del total son pensionistas a los que se les completa la pensión", asegura Sánchez. Es decir, que sólo en torno a un 20% del total de quienes reciben estas ayudas públicas son quienes verdaderamente llevan más de un año acogidos a los servicios asistenciales.

Empleo entiende que la función de las ayudas sociales es precisamente ésa: alejar de la exclusión a quienes sufren temporalmente el azote de la crisis y "reintegrarlos" al sistema lo antes posible. "Los datos avalan que esa función se está cumpliendo, pese a lo cual creemos que todavía esas cifras van a mejorar con los convenios de inclusión", apunta Sánchez.

Su departamento está trabajando ya en el borrador del convenio de inclusión, un modelo de contrato que, cuando se apruebe, vinculará a la Administración y al perceptor de la ayuda. "Será un contrato que firmarán Administración y quien recibe la ayuda, y en el que éste último se compromete en hacer todo lo necesario, en materia de formación y de actitud, para volver a trabajar lo antes posible", asegura el director de Inclusión.