De la "decepción" al respaldo
Finalizada la cita con el lehendakari, Iñigo Urkullu se desplazó hasta Bilbao, donde compareció en una rueda de prensa en la sede de su partido a la que dedicó casi la mitad del tiempo que a Patxi López. Tres cuartos de hora bastaron para moldear su enérgico discurso inicial, estructurado en torno a la supuesta "decepción" que le había causado la reunión, en moderadas respuestas a los periodistas que dejaron entrever el acuerdo de bases.
El presidente del PNV, sin embargo, hizo valer su guión y las propuestas presentadas al lehendakari como reflejo del deber del "principal partido" político vasco, pese a estar en la oposición. Mantuvo el discurso identitario al recoger la propuesta de un nuevo marco político para Euskadi, pero se centró en los problemas de los ciudadanos y en la apuesta por la economía para salir de la recesión. "No es tiempo de gestos, sino de ponerse manos a la obra", advirtió.
Urkullu recordó a López las inversiones estratégicas que han presentado al Gobierno los tres diputados generales. Bajo la oferta de colaboración, porque el PNV está dispuesto a "arrimar el hombro", le planteó también un plan global de aceleración económica que analice las empresas y los sectores en crisis y los emergentes. No se olvidó de la sanidad ni de la economía, aunque guardó tiempo para recordar al lehendakari las transferencias pendientes.