López y Urkullu inician el deshielo en las relaciones Gobierno-PNV
Explorarán acuerdos sobre la crisis, sanidad, educación y políticas sociales
La reunión entre el lehendakari, Patxi López, y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que ambos calificaron de "cordial", duró hora y media y resultó finalmente más productiva de lo previsible. Con ella se inicia un deshielo de relaciones y se institucionaliza para Urkullu una interlocución sin filtros con el lehendakari, de la que carece desde que Juan José Ibarretxe fue relevado, y que le resulta doblemente valiosa, al carecer de otros foros de encuentro con López. Al lehendakari le proporciona una línea directa con un PNV diferente al que el jefe de filas del grupo parlamentario, Joseba Egibar, amarrado al discurso identitario, como dejó ver de nuevo en la comparecencia del jueves, hace predominar en la Cámara. Aceptado por el PNV el relevo, asumida la consistencia y duración del pacto PSE-PP y la precariedad propia en las diputaciones, visto también el riesgo de mermar en poder local y foral en las elecciones de 2011, la normalización se traducirá en un aumento del contacto ordinario y en encuentros periódicos, en adelante discretos.
El 'lehendakari' rechazó abrir ahora un cambio del marco estatutario
El lehendakari dejó explícito su deseo de "una relación fluida y positiva con el primer partido de la oposición", y de sumarle al consenso en cuestiones de calado. Pero igual de claro dijo que en todo lo que ayer propuso a Urkullu trabaja ya el Gobierno con su socio preferente, el PP, y recalcó que tiene la estabilidad garantizada por el acuerdo con este partido. Fue su respuesta a la afirmación de Urkullu de haberle visto "necesitado del PNV".
Hubo acuerdo en dejar fuera de toda pugna pública por la política antiterrorista, actual o pasada, algo que pidió también el martes el presidente del PP, Antonio Basagoiti. Lo hubo igual en la necesidad de completar los traspasos estatutarios pendientes, en los que el lehendakari transmitió a Urkullu que está siendo "muy exigente".
López aportó un documento con diez propuestas de pacto: sobre el empleo, las políticas sociales, la reforma del sistema sanitario, educativo y universitario, la política fiscal y la lucha contra el fraude, la racionalización de las administraciones, la Ley Municipal, el impulso a la ciencia, la tecnología y la innovación, el medio ambiente y el refuerzo de la unidad contra el terrorismo para "el desistimiento de ETA". Varias de ellas resultaron coincidentes con las del presidente del PNV. El lehendakari le enviará la semana próxima "un catálogo de asuntos" para que los interlocutores que el PNV designe exploren con los consejeros correspondientes las posibilidades de colaboración o acuerdo. El lehendakari citó medidas de salida a la crisis, la reforma sanitaria y la modernización educativa, las políticas sociales y de innovación y la estabilidad institucional.
El principal desacuerdo, por el que el presidente del PNV se declaró "decepcionado", fue la negativa frontal de López a abrir ahora un proceso para la superación del marco estatutario. El Gobierno tiene "una idea clara" de por dónde podría ir una "revisión y mejora" del Estatuto de Gernika, que lo adapte y actualice después de tres décadas, le dijo el lehendakari, pero no ve ahora las condiciones para dar con otro texto que supere en consenso al refrendado con el 93% de los votos en 1979. Piensa, además, que "las prioridades del país van ahora por otros derroteros: combatir y superar la crisis, crear empleo y conseguir el sostenimiento de unos servicios públicos y prestaciones sociales de calidad", zanjó.
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