Egibar mantiene al PNV sujeto en el discurso identitario
Ancla el acuerdo PSE-PP en el Pacto antiterrorista de 2000
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, mantuvo la intervención en nombre de su grupo amarrada a un discurso del que no se apartó un milímetro, y en la incluyó la referencia al Gobierno de Patxi López como el fruto del Pacto Antiterrorista firmado en 2000 entre el PP y el PSOE. El producto de aquél "esta aquí", dijo sobre el actual Ejecutivo, una vez que no fue posible en 2001 ni en 2005, y se debe "al pacto con el PP y la Ley de Partidos". Egibar arrojó sobre el lehendakari la acusación de estar "en una operación política que no es compartida por la sociedad vasca, a la que López consideraría "una realidad a modificar y no un sujeto a respetar". Esa sociedad "les conoce" como los que impidieron que se materializaran el plan Ibarretxe y la Ley de Consulta. "La memoria de este pueblo es muy extensa", advirtió.
El portavoz del PNV centró su intervención en la cuestión identitaria, cuestionando que el lehendakari haga bandera de no ofrecer un proyecto en ese terreno que no sea el de la convivencia en igualdad de todas las existentes. A juicio de Egibar, eso supone negar las dos identidades "colectivas" que hay en Euskadi, la vasca y la española. Preguntó a López si considera que ambas "viven en igualdad de condiciones" y le pidió que explique "cómo concibe un sistema de garantías" para que eso ocurra. Egibar dejó expresa la diferencia entre él y el lehendakari: para éste la nacionalidad española sería "querida" y para él es "impuesta".
Tal discurso mereció de López la consideración de que el portavoz del PNV "se instala en una política del pasado" y le instó a "aclarar si cree que respeta más el que divide a la sociedad vasca en dos grupos más o menos homogéneos y reparte derechos en base a ello". "A mí me mueven más la libertad, uso para gobernar la igualdad y la solidaridad, no la identidad". Ésta no será "motor de la política" de su Gobierno, afirmó, sino que se verá sustituida por "los valores".
Egibar pidió a López que presente en el Parlamento un programa económico para la legislatura, le emplazó a hacer pública su propuesta sobre el traspaso de las políticas activas de empleo y consideró el recurso a la deuda como "un destrozo", además de reclamar un plan de reequilibrio, que López garantizó.
El portavoz socialista, José Antonio Pastor, defendió que no recurrir a ella habría sido "un suicidio". Ese dinero ha servido, entre otras cosas, para "frenar el crecimiento del desempleo", dijo. El Gobierno "tiene una idea de país, proyectos y medidas sobre la mesa y mano tendida a grandes acuerdos", defendió. Pastor se refirió a la cuestión identitaria como "el problema de algunos, no de la sociedad, y lo tendrán que resolver ellos, no el Gobierno". Éste está "en el futuro de la sanidad, el empleo y el estado de bienestar sostenible", recalcó.
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