El Banco de España avisa a la Xunta de que sólo él puede avalar la solvencia de la fusión
El gobernador del Banco de España se plantó ayer en Galicia, un año después de que el Círculo de Empresarios de Vigo lo invitase, y lo hizo para aclarar que es el organismo que dirige quien tiene, por mandato parlamentario, la última palabra en cualquier proyecto de fusión. No le valen ni los informes encargados por las cajas ni los de empresas externas, en alusión directa, aunque sin mencionarla, a la auditoría hecha por una consultora a instancias de la Xunta. "El supervisor sabe perfectamente cuál es la situación de las cajas", insistió Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que por la mañana se reunió con la cúpula de la patronal en Santiago y luego viajó a Vigo, núcleo duro de la oposición política y económica a la integración.
Los ejecutivos que esperaban oír un rechazo del gobernador al proyecto del PP se fueron con las manos vacías. Sí les recordó que "una fusión, si no es sólida, es lo peor que se puede hacer". El único requisito para el BE es garantizar que sea "sólida", pero no reveló si la gallega cumple esos parámetros.
Más claro fue al explicar que una fusión fría o virtual como la que plantea Caixanova con entidades de fuera de Galicia crearía una estructura paralela, "un banco o una caja", que en la práctica sería muy difícil de desintegrar, porque el Banco de España exige que este tipo de uniones duren, como mínimo, diez años. Recordó que "el tiempo es oro", para pedir celeridad a las cajas a fin de que impulsen estos procesos, que lamentó que en algunos casos se estén demorando demasiado. No valoró si la Lei de Caixas es contraria al marco estatal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.