Brown acepta declarar ante la comisión por la guerra de Irak
La comparecencia será antes de las elecciones previstas para mayo
Gordon Brown comparecerá antes de las elecciones británicas ante la comisión que investiga la participación del Reino Unido en la guerra de Irak. Así lo confirmó ayer el presidente de la comisión, el antiguo alto funcionario sir John Chilcot. En un principio, Chilcot anunció en diciembre que los ministros del actual Gobierno no comparecerían hasta después de las elecciones -que se prevén para mayo- si ésta estaba relacionada con cargos que desempeñan en la actualidad. Era el caso de Brown, primer ministro ahora y responsable del Tesoro durante la guerra, y de los responsables del Foreign Office, David Miliband, y de Cooperación al Desarrollo, Douglas Alexander.
Pero la comparecencia en los últimos días del entonces director de Comunicación y Estrategia de Tony Blair, Alastair Campbell; el ex ministro de Defensa, Geoff Hoon, y el actual responsable de Justicia y entonces de Exteriores, Jack Straw, ha disparado la presión para que Brown comparezca antes de los comicios. El primer ministro se arriesgaba a dar la impresión de que tiene mucho que esconder si optaba por retrasar su declaración, lo que hubiera dejado viva la polémica durante la campaña. Entre eso, o el riesgo de que su declaración le pueda dañar políticamente, el primer ministro ha preferido lo segundo.
Brown ya dijo el miércoles en la sesión semanal de preguntas al primer ministro que había escrito a Chilcot para comunicarle su disposición a comparecer cuando la comisión creyera conveniente. Sir John anunció ayer que Brown, Miliband y Alexander declararán a lo largo de los dos próximos meses "por una cuestión de justicia", para evitar que la investigación pueda ser utilizada políticamente por los partidos. El mismo argumento que había dado en diciembre para justificar que Brown no declarara hasta después de los comicios.
Es la segunda vez que Brown tiene que dar un giro de 180 grados en esta investigación debido a las presiones de la oposición. La primera fue cuando inicialmente anunció que los testimonios serían a puerta cerrada, como ocurrió en el caso de la guerra de las Malvinas. Este segundo cambio de actitud empezó a desencadenarse cuando Campbell citó a Brown entre los altos cargos del Gobierno de Blair que jugaron un papel relevante en la decisión de invadir Irak. Pero quizás más importante que eso fue el comentario deslizado de forma sibilina el martes pasado por Hoon, que responsabilizó al Tesoro de la falta de medios que afrontaron las tropas británicas en Irak.
Aunque Brown nunca desempeñó un papel político clave durante los meses previos a la invasión, la acusación de falta de medios del Ejército recae directamente sobre sus espaldas porque estuvo al frente del Tesoro entre 1997 y 2007. "No tengo nada que temer, nada que ocultar y nada que perder" compareciendo en la investigación, ha asegurado el primer ministro. Se espera que su declaración sea a finales de febrero o principios de marzo.
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