Seat se muestra abierta a revisar algunos de los despidos

Fueron más de ocho horas seguidas de tensa reunión. Y a su término, nada más lejos de una fumata blanca. "Todo sigue exactamente igual, cada uno en sus posiciones", resumió ayer un asistente al encuentro entre la dirección de Seat, liderada por su presidente, James Muir, y el comité de empresa, enfrentados por los 330 despidos por supuesto bajo rendimiento que la empresa ha puesto sobre la mesa. Y mientras, la factoría de Martorell permaneció sin producir. Las conversaciones se reanudarán hoy.

Pero no todo está perdido. Los sindicatos no consiguieron que la empresa aceptara presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) ni un plan de prejubilaciones y bajas incentivadas abierto a quien lo desee. Sin embargo, una fuente sindical aseguró que, pese a la falta de acuerdo, sí pudo constatarse "un leve acercamiento, aunque mínimo" entre las partes. Este acercamiento lo facilitó el hecho de que Muir no se cerró en banda a la posibilidad de revisar "algunos de los despidos" de los 330 que ha puesto sobre la mesa por supuesto "bajo rendimiento" (aunque la cifra incluye 120 prejubilaciones ya acordadas sobre las que no habrá cambios).

Muir ya se mostró abierto a la revisión de tres casos de despidos en el taller de la Zona Franca el pasado martes por la noche, lo que en aquel momento permitió la desconvocatoria de la protesta que mantenía estas instalaciones paralizadas.

El día amaneció con los trabajadores del área de mantenimiento parados, en un gesto que fue contagiándose y que acabó también prendiendo en Gearbox, que fabrica cajas de cambio para la propia Seat y para el grupo Volkswagen (VW). Ocurrió después de que trascendiera que en Gearbox ha habido también tres despidos, y en ninguno de los casos se trata de directivos, bajo la acusación de "bajo rendimiento". La Inspección de Trabajo analiza si Seat debería haber presentado un ERE y si hay base objetiva para hablar de bajo rendimiento de los afectados.