Duran y el disfraz del Timbaler del Bruc

Josep Antoni Duran i Lleida, secretario general de Convergència i Unió (CiU), fue el encargado de proponer a los consejeros el nombramiento de Mas y de presentarlo. No hizo de simple telonero ni quiso que fuera una mera formalidad porque en un discurso de casi media hora arremetió contra el tripartito y lanzó un claro mensaje: dijo que CiU tiene la suficiente fuerza como para marcar la agenda política. En un aviso ante los cantos de sirena independentistas, Duran señaló que la ambición nacional no es "coger la estelada un día, disfrazarse de Timbaler del Bruc y decir que aquel día somos independentistas". "Se trata", dijo, "de ser mayores de edad, de tener la vitalidad y energía para fijarse grandes objetivos y tenemos a la persona

para hacerlo".

Unió se ha desmarcado por completo de las consultas soberanistas a diferencia de Convergència, que les ha dado apoyo participando incluso en mítines. Pese a esa discrepancia, Duran y Mas escenificaron una imagen de unidad sin fisuras. "Cataluña necesita liderazgo y somos los únicos en ofrecerlo. ¿No decían que nos íbamos a deshacer sin Pujol?", se preguntó Duran. "Pues aquí estamos: no sólo para ganar las elecciones, sino para gobernar el país sin complejos". Mas le devolvió después el gesto y al final del acto invitó a Duran a subir al escenario remarcando que esa unidad es una inversión con vistas al futuro.

Apelando a su condición de "patriota", Duran propuso a Mas como el hombre que pondrá fin a un tripartito que, según dijo, es una fórmula caduca que prioriza el interés de los partidos al de los ciudadanos y que es un "estorbo" para el progreso social y económico. "Montilla es rehén y prisionero de ICV y ERC; empezó la precampaña en Navidad como garante de la centralidad, pero los extremos impiden la moderación". "La Generalitat", agregó, "es una sucursal del PSOE con la complicidad de ERC".