Retiro contra demanda

Tensa calma en Osakidetza ante las jubilaciones de médicos. El servicio vasco de salud contabiliza 716 facultativos con más de 60 años, una cifra similar a las de los últimos años pero que precede a un aumento de las jubilaciones. Los profesionales sanitarios pueden prolongar el ejercicio de su profesión hasta los 70 años -hoy en día siguen en activo 74-, pero en principio la ley les obliga a retirarse a los 65.

Los mayores de 60 años suponen en la actualidad únicamente el 6% de los médicos de Osakidetza, pero la media de edad asciende a 47,6 años. El 18% de los facultativos -1.097- tiene entre 55 y 59 años, lo que en menos de una década aumentará el problema de la falta de médicos. "Que en Osakidetza nos estamos haciendo mayores es una realidad", corrobora Kepa Urigoitia, presidente del Colegio de Médicos de Álava y secretario general del Sindicato Médico de Euskadi. Urigoitia apuesta por que los médicos sigan en activo, voluntariamente, a partir de los 65 años y denuncia que las políticas de recursos humanos han fomentado fases bipolares de exceso y carencia de facultativos. Hoy la demanda de médicos en Euskadi es menos acuciante que en otras comunidades autónomas, pero la sociedad envejece y el perfil de pacientes se mueve hacia los crónicos, que requieren más profesionales sanitarios.

En tres tipos de especialidades quirúrgicas el 29% rebasa los 60 años

"Tengo amigos que han sido obligados a retirarse sin el relevo oportuno"

Según una respuesta parlamentaria del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, tan sólo 16 especialidades de 62 se mantienen sin facultativos de más de 60 años y 26 sin especialistas de más de 65. Osakidetza realizará a finales de febrero una OPE atrasada a finales de 2009 para reducir la interinidad de 250 trabajadores -y rejuvenecer la plantilla-, pero siguen faltando pediatras, ginecólogos, traumatólogos, psiquiatras y médicos de familia, entre otros. Entre las áreas con profesionales de más edad, destaca la bioquímica clínica, con el 30,4% de los facultativos mayores de 60 años. Le siguen la cirugía plástica, con el 29,6%, la cirugía oral y la pediátrica, ambas con un 28,5%. Curiosamente, los primeros puestos están copados por especialidades quirúrgicas.

La preocupación de los médicos de los hospitales consultados, ratifica que este envejecimiento no se compensa con los nuevos licenciados. En la Universidad del País Vasco (UPV) Medicina tiene 1.503 alumnos, 297 en primer curso, y la nota de corte sigue siendo la más alta de Euskadi, un 8,27 según datos de la UPV. Las propuestas de adaptar el sistema al aumento de pacientes crónicos por medio de la telemedicina y el fomento del autocuidado tampoco se perciben como soluciones. Un especialista del hospital de Basurto explica que estas son "medidas únicamente complementarias".

La solución que varios ven como definitiva es atraer a médicos de otros lugares, una salida que pasa por ofrecer puestos fijos y buenas condiciones. Sin embargo, Urigoitia explica la dificultad de lograrlo, ya que España no se encuentra en los mejores puestos con respecto a Europa y la fuga de especialistas españoles ronda los 1.000 anuales.

39 años en Cruces

José María Prats Viñas, jefe de sección de neurología pediátrica en el hospital de Cruces, cumple 70 años en 2010 y le acaban de anunciar que es el médico más mayor del centro sanitario. Con humor, rememora sus primeros años de profesión y sus comienzos en Cruces en 1971. Su unidad fue una de las fundadoras de la neurología infantil en España y hoy recibe, con tan solo cinco facultativos, a 6.000 pacientes anuales, 1.600 de ellos nuevos. Admite que están "comidos por la demanda asistencial" y que por ello falta tiempo para investigar. Pero no se rinde; "desde el punto de vista clínico, estoy mejor que con 65 años", afirma.

Prats se enfrenta a un agujero generacional en su sección y no se retirará hasta después del verano. Mientras, "tengo que trabajar como cuando tenía 35 años", explica. Su preocupación es la de muchos facultativos: "tengo amigos que han sido obligados a retirarse a los 65 años y no han tenido un relevo oportuno". Entre las dificultades para encontrar un sustituto, destaca la complicación añadida que tienen los médicos con categoría y nivel internacional para trabajar en Euskadi. "Es difícil escolarizar un niño que no sabe nada de euskera", explica. El euskera en el ámbito sanitario no es sólo un obstáculo de las OPE.