El PP se queda solo en su intento de elevar al 5% el listón para un escaño
Todos los partidos rechazan la propuesta de Barreda de cambiar la ley Electoral
La propuesta del Partido Popular (PP) de elevar al 5% de los votos la barrera para obtener un escaño en el Parlamento cayó ayer en saco roto. Fue rechazada, sin excepción, por el resto de los partidos del espectro político. El portavoz parlamentario popular, Leopoldo Barreda, abrió sorpresivamente el debate sobre la conveniencia de abordar una reforma de la ley Electoral. Planteó pasar del 3% al 5% el porcentaje mínimo de sufragios para obtener representación en la Cámara. El PSE despachó la iniciativa con un displicente "ahora no toca" y el PNV se desmarcó tildándola de "frentista". Los grupos minoritarios (Aralar, EA, EB y UPyD) fueron aún más críticos y la descalificaron porque entrañaría un ataque frontal al pluralismo con la eliminación de las formaciones minoritarias.
Los populares ya le plantearon la idea en noviembre a los socialistas vascos
La fórmula planteada por Barreda supone retrotraerse a la situación anterior a 2000, año en el que se cambió la normativa para bajar del 5% al 3% el porcentaje exigido para sacar un escaño en cada circunscripción (provincia). Fue una modificación de parte, realizada tras perder EB un escaño por unas décimas en los comicios autonómicos de 1998. Barreda afirmó que aquella operación se realizó a instancias del PNV y para "favorecer" los intereses de este partido. Tras las elecciones de 2001, EB se sumó al gobierno tripartito con el PNV y EA.
Tomando los resultados en las pasadas elecciones vascas de 2009, la fórmula propuesta por el PP alteraría sustancialmente la composición parlamentaria, dado que EB y UPyD perderían los únicos escaños que obtuvieron en Guipúzcoa y Álava, respectivamente, y Aralar se quedaría sin los conseguidos en Álava y Vizcaya. El listón para obtener un escaño en el Congreso está establecido en el 3%, como en la mayoría de las autonomías.
Barreda aseguró que la reforma legislativa fue tratada en noviembre pasado con el PSE-EE, aunque no se ha concretado en ninguna iniciativa parlamentaria. En cambio, su compañero de filas Borja Sémper, presidente del PP guipuzcoano y parlamentario, consideró que la reforma "no es una prioridad ahora".
Los socialistas pararon en seco el plan del PP. José Antonio Pastor, portavoz del PSE, afirmó que "no es el momento" de impulsar la reforma y que ésta no podrá llevarse a cabo sin un "amplio consenso" político. Aclaró que esta cuestión no figura en el acuerdo de bases que socialistas y populares suscribieron para garantizar la gobernabilidad en Euskadi. Pero Pastor no aclaró cuál es la postura de su partido sobre la subida del porcentaje.
Un no coral
Los partidos afectados elevaron la voz para rechazar la reforma electoral planteada por el PP. Mikel Basabe, de Aralar, afirmó que es un intento de "cercenar la representación" de las formaciones más pequeñas. El líder de EB, Mikel Arana, acusó a los populares de pretender "hacer desaparecer a las minorías incómodas". Pello Urizar, de EA, hizo una defensa de la pluralidad política para criticar el plan del PP. El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, acusó a los populares de buscar su beneficio y "acallar a las minorías". Y Hamaikabat, en un comunicado, propuso estudiar fórmulas para "aumentar la participación política".
Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, defendió mantener el límite en el 3%: "No aplaudo ninguna medida que suponga un achique de espacios para hacer una política de frentismo, de trincheras".
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