"Dejad a mi hijo al margen"

Lleva tres meses fuera del hospital, ya puede hablar y mantiene conversaciones con normalidad. Josep Pallàs, el sexto bombero involucrado en la tragedia de Horta de Sant Joan (Terra Alta) y el único superviviente, obtuvo el alta de la unidad de grandes quemados de Vall d'Hebron el pasado octubre. Allí ingresó el pasado julio con el 75% del cuerpo quemado. Mantiene gran parte de esas heridas, pero conserva el rostro intacto. "Ya puede hablar pero dejadle al margen de juicios y abogados, por favor", rogó ayer a este diario el padre de Pallàs, con el que comparte nombre y al que vio por última vez el día de Reyes.

Al bombero se le practicaron varios injertos de piel en el hospital y prosigue su rehabilitación en una clínica barcelonesa a la que acude de lunes a viernes. Todavía no ha vuelto a su pueblo, La Pobla de Segur (Pallars Jussà), porque prefiere residir en casa de una familiar en Barcelona, cerca de su centro de tratamiento. "Estamos contentos por su mejoría pero necesitamos tranquilidad", insistió su padre, molesto porque el abogado de la familia de uno de los fallecidos, Pau Simarro, solicitara el jueves al juzgado de Gandesa que evalúe el estado de salud de Pallàs para valorar si está en condiciones de declarar. Su padre explicó que muy poca gente ha ido a ver al superviviente porque insiste en solicitar discreción, aunque su mejoría resulta evidente. Se conecta a Internet y durante la pasada Navidad incluso habló por teléfono con sus amigos más íntimos.