Y las obras duran, y duran...

La reforma de la calle de Serrano ha alcanzado el entorno de la puerta de Alcalá, construida en 1769. Las máquinas invaden desde el lunes este paisaje urbano símbolo del Madrid castizo. El lunes taladradoras y excavadoras tomaron las calles adyacentes al monumento, que conmemora la llegada a la ciudad de Carlos III, para continuar con la construcción de un aparcamiento bajo Serrano. La Navidad interrumpió los trabajos de las máquinas para no afectar a la actividad comercial de esas fechas, pero tras el parón festivo se reanudaron los trabajos. La calle de Jorge Juan, próxima a la puerta de Alcalá, está cortada al tráfico en el tramo de las calles de Claudio Coello y Serrano. No obstante, se permite el paso de los coches a los vados. Los conductores tendrán que seguir cultivando la paciencia.